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En el día de los Jardines de Infantes y la Maestra Jardinera un homenaje a Rosario Vera Peñaloza, la maestra de la patria

Por: Marcelo Bianchi Bustos

”Con manos sucias de tiza Siembras semillas de letras Y crecen abecedarios Pacientemente maestra. Tu oficio, que lindo oficio Magia del pueblo en las aulas. Milagro de alfarería Sonrisa de la mañana. Palotes, sumas y restas Tus armas son, maestrita, Ganando mansas batallas Ganándolas día a día a día”

Las maravillosas palabras del epígrafe son parte de la zamba escrita por Félix Luna y Ariel Ramírez titulada Rosarito Vera, maestra. Cada uno de sus versos sirve para ingresar al maravilloso mundo de la docencia y homenajear de ese modo a quien fue llamada ¡La Maestra de la Patria! De esta forma fue llamada Rosario Vera Peñaloza, una gran impulsora del nivel inicial de la Argentina. Sus aportes forman parte de los contenidos de distintas materias del profesorado y sus libros hoy son considerados clásicos. Al hacer sido una mujer y una pionera, las perspectivas de análisis y de estudios en torno a su figura son muchas. Su obra se encuentra bastante diseminada en distintas publicaciones, algo publicó en vida y muchas de sus obras fueron recién conocidas luego de su muerte. En su testamento la pedagoga estableció que le dejaba toda su obra filosófica, docente y literaria a Marta Alcira Salotti para que la revisara y ordenara.

Se  trata de una figura sumamente atractiva por su vida, por los distintos momentos históricos que atravesó, por haber cursado el Profesorado en Kindergarten dirigido por Sara Chamberlain de Eccleston a pesar de que no hay pruebas de que se haya recibido y por haber sido una maestra que amó profundamente a la Patria. Esto se observa tanto en los diversos actos llevados a cabo durante su vida así como en un texto muy particular llamado Mi credo patriótico, que mereció el primer premio  post-mortem por el Instituto Nacional Sanmartiniano.

En este artículo, enmarcado en un trabajo de investigación que desarrollo desde hace años en la Biblioteca “Margarita Ravioli” del Instituto Superior del Profesorado de Educación Inicial Sara C. de Eccleston de la Ciudad de Buenos Aires , me propongo analizar la relación existente entre Rosario y la literatura infantil, a pesar de que ella no era escritora pero sin embargo ha dejado una huella en el nivel inicial tan grande que de alguna manera impactó sobre lo la Didáctica (una de sus grandes preocupaciones) de la Literatura en el Nivel Inicial. También es importante rescatar su legado pues su pensamiento y su producción se desarrollaron en la primera mitad del siglo XX, momento histórico en el que nace la Literatura Infantil de la Argentina[1].

Desde la perspectiva de la pedagoga, una de las finalidades del Jardín de Infantes es el cuidado de las primeras manifestaciones, tanto físicas como espirituales. Lo concibe como una escuela de libertad y señala que en él debe estar presente siempre un ambiente de juego. Para el nivel inicial ella realiza una propuesta didáctica y establece que dentro de las 3 horas de clase deben desarrollarse conversaciones amenas y los cuentos favoritos de los niños, además de canciones y poemas. Para el cuento propone como actividad central que la maestra lo narre “patéticamente, esto significa desde lo etimológico que lo haga con emoción y sentimiento. Aquí solo menciona lo que más tarde van a desarrollar en sus escritos Martha Sallotti y Dora Pastoriza de Etchebarne en torno a la narración. Hoy existe una situación didáctica muy común que se denomina “el docente abre un espacio de intercambio” y ella la propone en sus escritos al mencionar que en los días posteriores a la lectura de un cuento es importante permitirles a los niños preguntar u opinar. Lo que para hoy es una actividad común, no lo era en la época de Peñaloza en la que no se le daba


[1] Al respecto puede leerse: Bianchi Bustos Marcelo, Pizarro, Cristina y Prina, Zulma (2020) Apuntes para una historia de la Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina, Buenos Aires: ILCH – Ediciones El escriba.

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