Enrique Banchs, su legado a la infancia desde el periodismo


Si queremos una prensa infantil de calidad necesitamos contar con estudios actualizados que nos permitan conocer en profundidad qué valores ideológicos subyacen en las revistas y en la prensa infantil y juvenil, qué modelos de infancia y /o juventud les proponen a su audiencia, así como qué patrones socializadores encuentran en su lectura. Y ello, desde una perspectiva tanto diacrónica como sincrónica (1)
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Aromas pregoneros
Sobre mi escritorio tengo una foto tomada en 1958. En ella está Enrique Banchs al recibir el Premio Vaccaro. Tiene en sus manos unas hojas de papel. En ella ha consignado su decisión de donar por partes iguales el importe en dinero de la mencionada distinción, a la Sociedad Argentina de Escritores y a la Cooperadora del Hospital de Niños. Siempre la infancia en su corazón y en su pluma.
La foto registra más de medio siglo pero puedo escuchar con nitidez aquellos aplausos. No en vano Enrique Banchs, considerado por Jorge Luis Borges, “como el más grande poeta de nuestras letras” era asimismo un gran amigo de niños y jóvenes. Amistad con pregoneros aromas que plasmó desde el periodismo.
Vuelvo a mirar la imagen fotográfica y de pronto ya no está en ella, el poeta de Las Barcas, el de El libro de los elogios, el de El cascabel del halcón y La urna.
Tampoco registro al Miembro de Número de la Academia Argentina de Letras, ni al Redactor del Estatuto Fundacional de la SADE.
Ni a quien tanto tuvo que ver con la creación de la SADE filial Tucumán provincia a la que supo llamar el sillar de la Republica. de Sólo advierto al escritor que necesitaba comunicar a niños y jóvenes, que la mayor aproximación a una versión de la realidad anida en los había una vez.
Nadie ha volado más alto ni más seguro que aquel que lo hizo sobre las alas de una mariposa.
Distingo a un poeta que a principios del Siglo XX, entre 1907 y 1911 ya había editado cuatro poemarios, y que no volvió a publicar obra alguna, pero… no se apartó de la vida literaria. ¿Y cómo explicamos esto?

Para entender tal paradoja reparo desde el periodismo a un insigne pionero animador a la lectura que continuó brindando sus creaciones en diarios y revistas a través de citas periódicas con la infancia. Advierto asimismo no sin sorpresa que Enrique Banchs en la mencionada página, convocaba a los hermanos mayores para que actúen como cálidos mediadores entre los pequeñuelos y el feliz encuentro de sus hermanitos con los sueños.
Relevante Investigación

Reflexiono sobre las dimensionesdel legado periodístico del autor de La Urna – quien se marchó de este mundo hace exactamente este año medio Siglo y me sale al pasola investigación de la doctora María de los Ángeles Serrano Me informa nuestra estudiosa que había logrado recuperar desde julio de 1928 hasta febrero de 1939, particularmente de las páginas dominicales de Lecturas para los niños del diario La Prensa de Buenos Aires, cuentos, poemas, recreaciones de autores clásicos, fábulas, apólogos, breves piezas teatrales de títeres, adivinanzas piezas las que andaban desperdigados. Me refiere a demás, María de los Ángeles Serrano que algunas de tales producciones habían sido editadas ya con notas y comentarios suyos en: Para contar al hermanito (1) y Cuentos para sonreír y pensar (2)

Pero debemos sumar a los que Banchs publicaba en El Monitor de la Educación Común (órgano del Ex Consejo Nacional de Educación) revista creada por Domingo Faustino Sarmiento y en la que Banchs ejerció la dirección hasta su jubilación.
Desde el Monitor de la Educación Común
Desde el Monitor de la Educación Común me convoca un poema que me regalaba mi madre. Son unos versos que acariciaban mis sueños infantiles. Esos que me permitían recrear versiones de El Gato con Bota, y de Caperucita Roja. Yo desde mis cortos años me abrazaba a ellos sin saber que le pertenecían a usted don Enrique Banchs.
¿Lo compartimos?
Canción de Niños
I

Gato Embotado viene y va,
Con una mano en la cintura,
Con el sombrero
De mosquetero,
Donde una larga pluma oscura
Hace que no y hace que sí,
Por un sendero de alelí
Gato Embotado viene y va,
¿Qué pensará? ¿quién lo sabrá?
II
Gato Embotado viene y va
¿Pensando en qué? ¿Quién lo sabrá?
En toda Francia
No hay arrogancia
Como la de él, cuando el Acero
Sepa brillar, a fuerte y ligero,
Hasta las ranas, a su paso,
Se echan al agua, por si acaso,
Gato Embotado viene y va
Y lo que piensa Dios sabrá
III
Gato Embotado, viene y va.
Caperucita cruza el prado.
-¡Eh! Por aquí nadie ha pasado
Sin enseñarme lo tapado:
¡Señora, presto
Vuelque su cesto!
–
Gato Embotado, buen amigo,
Llevo quesillo y pan de trigo.
-Gato Embotado lo verá. (3)
Sobre mi escritorio permanece la foto tomada en 1958. La miro nuevamente y digo: ¡Gracias, don Enrique Banchs por tan valiosa siembra en la prensa escrita!
Evidentemente, tenía usted muy clara la especificidad de la infancia al sentir que a los niños– sujetos lúdicos por antonomasia – se les debía brindar la experiencia vital y ensoñada de la literatura.
Notas:
- Enrique Banchs. Para contar al hermanito. Compilación y Notas de María de los Angeles Serrano Buenos Aires. Ediciones Colihue, 2013
- Enrique Banchs. Cuentos para sonreír y pensar. Compilación y Notas de María de los Angeles SerranoBuenos Aires, Guadalupe, 1994
3 )Monitor de la Educación Común Buenos Aires, Octubre de 1909 P/P.8-9
Gracias Baby por mostrarnos otro E. Banchs que muchos no conociamos
Recupere en la memoria hoy a los 84 años, una poesía que me acompaño de niña.