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Gastronómicos marcharon contra las restricciones adoptadas por el COE

Acompañados de cacerolazos, campanadas y bocinas de autos, los dueños de bares y restaurantes marcharon por el centro de la capital en una protesta organizada por la Cámara de Actividades Gastronómicas (CGA) en contra de las nuevas restricciones que el Comité Operativo de Emergencia (COE) dio a conocer durante esta semana. Antes de que los manifestantes pudieran llegar a Casa de Gobierno, en dónde desplegaron mesas y sillas típicas de bares, mantuvieron un enfrentamiento con la policía.

Durante la mañana del viernes la calle «25 de Mayo» se colmó de representantes gastronómicos de la provincia quienes solicitaron, al unísono, que se les permita ejercer su derecho a trabajar. A raíz del aumento de los contagios en la provincia, el 2 de agosto el COE dispuso la reducción del horario de atención en los restaurantes y bares de 1 de la madrugada a 22, y una máximo de tres personas por mesa.

«Creemos que es una medida arbitraria que ha venido simplemente a acotar un horario pero no a brindar solución al tema de los contagios. Lo mismo con el tema de las personas por mesa. Cualquier grupo familiar está compuesto por cuatro o más personas con lo cual, en un salón vacío, no habría inconveniente», afirmó la presidenta de la CGA, Constanza Bauque.

Bauque pidió que los representantes del sector gastronómico sean escuchados por el gobierno. «Tenemos soluciones abarcativas y superadoras. Sabemos que ellos tienen muchos problemas, con muchos frentes que atender, el nuestro es uno más pero quizá sentándonos a dialogar lleguemos a un acuerdo fácilmente», declaró.

Constanza Bauque, presidenta de la CGA dialogando con la policía para permitir a la manifestación avanzar.

Cuando los manifestantes estaban por llegar a plaza Independencia fueron detenidos por oficiales de la policía de Tucumán. «La policía tenían órdenes de no dejar pasar, después de unos empujones se llegó a un acuerdo para no pelearnos entre trabajadores. Entiendo que a un compañero le pegaron en las costillas pero nada de gravedad, está bien», relató Eugenio Nidrych, uno de los manifestantes que dialogó con la policía en medio de los gritos y empujones. Finalmente, los manifestantes llegaron al frente de la sede del Poder Ejecutivo en donde desplegaron mesas y sillas típicas de bares para manifestarse. Respetando el protocolo del COE con distanciamiento, 3 personas por mesa y con mozos desinfectando las mesas y las manos con alcohol, los trabajadores reclamaron poder trabajar.

Los dueños de restaurantes y bares aseguraron que existen pocas posibilidades de mantenerse en pie si no se les permite trabajar al 100% de capacidad y en horarios más nocturnos. «El cierre a las 22 horas no es práctico. No hace una diferencia en cuanto al cuidado sanitario. Esas horas que nos restan lo único que provocan es que se anule toda actividad a la noche», sostuvo Rafael Romero, dueño de la pizzeria «Salerno’s». En ese mismo sentido, Patricio Vener -uno de los dueños del restaurante «La Tropilla», afirmó: «Lo único que queremos los gastronómicos es trabajar con comodidad. Económicamente no podemos funcionar. La mayoría que conozco tuvieron que pedir un crédito para salir adelante el cual no se va a poder pagar si no se produce».

Por su parte, Sofia Abba, representante del local «SONRÍE HAY CAFÉ», comentó: «Somos el rubro más atacado y sin embargo somos los que más controlan. Salen 2 casos (positivos de COVID) y dicen ‘cierren los bares’, pero el resto de los comercios siguen funcionando. Es muy triste que nos ataquen». «Al igual que todos nuestros compañeros estamos pasando una situación muy difícil porque no recibimos subsidio de nada. Los alquileres, los servicios y los empleados los seguimos pagando y no es justo, porque todos los demás rubros siguen trabajando como si no pasara nada y pareciera que la gastronomía tuviera la culpa de todo y no es así», agregó Rodrigo Rojas, dueño del bar «Ancurris».

Respetando el máximo de tres personas por mesa, barbijos, distanciamiento y sanitización, los manifestantes pusieron sillas y mesas frente a la sede del Poder Ejecutivo.

En referencia a estos testimonios, la presidenta de la CGA pidió al Gobierno de la Provincia que ayude económicamente al sector. «Toda ayuda nos vendría bien, la Municipalidad le dio exención a la gente de turismo en el pago del CISI, en TEM y en otro tipo de impuestos. Nosotros pedimos el mismo tratamiento. Si bien hemos tenido la posibilidad en estos dos meses de atender algo, lo hacemos con los salones al 50% de nuestra capacidad y con todos los gastos. Que la provincia también nos incluya en la exención de ingresos brutos, de salud pública, y en la medida de las posibilidades que nos permitan acceder a créditos blandos o tasa cero como pasó con los monotributistas para que tengamos algún alivio económico. No tenemos ayuda de ningún tipo y queremos mantener las fuentes de trabajo de nuestros empleados que son también nuestras familias» destacó. 

Por otro lado, Bauque aseveró que los bares son los ámbitos «más seguros». «Cumplimos con todos los protocolos: hay distanciamiento social, permanentemente ponemos alcohol, sanitizamos los baños y espacios comunes, el personal está protegido con barbijos, etc. La prohibición de las reuniones familiares tiene su lógica en que uno se relaja, en que en su extensión son más largas y por tanto puede haber riesgo de contagio pero en nuestros bares eso no va a pasar», aseguró. Respecto de aquellos restaurantes que no cumplan con el protocolo Bouquet declaró que «debe de caerles todo el peso de la ley». «Nosotros no vamos a defender a las personas que no cumplan con la ley, porque nos perjudican a todos», finalizó.

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