Policiales

Hallaron calcinados los restos de una joven tucumana y su exmarido confesó que la quemó

Otro femicidio: la víctima sería oriunda de Tucumán pero residía en Andalgalá y sus amigas fueron las que alertaron de su desaparición en las redes.

Eliseo Guerrero (33) fue imputado sindicado por el femicidio de Eugenia Olivera (37), quien, después de conocer la acusación, decidió declarar. Lo hizo durante cuatro horas y en su relato se ubicó en el lugar del hallazgo de los restos y confirmó que quemó el cuerpo de la mujer tucumana.

La indagatoria se inició alrededor de las 13 de ayer y se extendió hasta las 17 en la Fiscalía de la Segunda Circunscripción Judicial de Andalgalá, Catamarca. En base a los elementos de pruebas reunidos la fiscal le imputó el delito de «homicidio doblemente calificado por la relación de pareja, en concurso ideal, en contexto de violencia de género (femicidio)».

Guerrero declaró que fueron juntos con Eugenia al lugar en donde se encontraron los restos calcinados, una zona conocida como Agua Salada, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Andalgalá, al margen de la ruta provincial 46.

Relató que siempre solían detenerse en ese sector cuando iban a Belén, un sitio ubicado a unos 300 metros adentro desde la ruta. En ese contexto Guerrero habría sido dubitativo en cuanto a la fecha en que ocurrió, habría señalado que podría haber sido entre el 17 y 22 de julio.

Sí declaró el acusado que tras detenerse en el lugar e ingresar al sitio él se habría retirado hasta su moto para buscar el mate y que cuando regresó Eugenia estaba tirada en el suelo como descompuesta, dijo que no tenía signos vitales. Manifestó que eso lo asusto y allí decidió quemar el cuerpo.

Fue el segmento más importante de su declaración ya que si bien se desliga de la muerte de Eugenia y lo relata como que fue algo ajeno a él, sí declara y se ubica en el lugar del hecho, además de indicar que él quemó el cuerpo. De esta manera queda determinado que los restos hallados pertenecen a Eugenia. Solo queda la confirmación pericial, el ADN, que lo exige el proceso judicial.

Tras la declaración, que la hizo en compañía de la abogada, defensora oficial, Mónica Quinteros, fue trasladado nuevamente a su lugar de detención en la comisaría departamental.

El hecho

El hallazgo de los restos óseos fue realizado el martes por la tarde por personal de la División Homicidios y de la comisaría departamental llegaron allí tras contar con testimonios puntuales que lo ubicaban a Guerrero en el lugar. Dos testigos señalaron haberlo visto en el sitio, uno de ellos mencionó que lo vieron junto a Eugenia.

Finalmente en nuevos rastrillajes realizados el miércoles se encontró el anillo y un arito de Eugenia. Ambas cosas fueron reconocidas por amigas de Eugenia, además de encontrar fotos de ella en Facebook utilizando esos elementos.

La búsqueda de Eugenia se inició el lunes tras un posteo realizado por amigas de Tucumán quienes no sabían nada de Eugenia desde el 16 de julio. Eugenia había denunciado a Guerrero, amigas de Andalgalá y el área de asistencia sabían lo que ella vivía.

«Ella es una amiga de la infancia de Tucumán. María Eugenia Olivera vive en Catamarca, Andalgalá. Supuestamente dicen que viajó a Tucumán para visitar amigas, otros, que vino a buscar empleo pero su última conexión de WhatsApp fue el 16 de julio. Nunca más escribió. Desde julio no se sabe nada de ella, aquellas personas o amigos cercanos que la hayan visto o estado con ella por favor comunicarse conmigo por MP. Tiene 3 hijos y jamás los dejaría solitos. Gracias», fue la publicación que realizó una amiga de María Eugenia y fue el puntapié para el macabro hallazgo posterior.

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