Interés General

Hoy es el Día Mundial de la Lucha Contra la Obesidad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dispuso de este día para poder concientizar a la población sobre una enfermedad que alcanza a todos y genera complicaciones a nivel físico y psicológico de gran importancia.

Esta enfermedad crónica tiene múltiples causas pero que puede prevenirse o tratarse. Aunque luego de varios hallazgos en “ensayos” de dietas, planes de entrenamiento físico, alternativas medicinales y demás herramientas que han surgido, el mejor camino es el tratamiento “integral” para afrontar la obesidad.

Quienes la padecen, comprenden la impotencia por las limitaciones del exceso de peso, las complicaciones de salud como hipertensión arterial, diabetes tipo II, índices elevados de colesterol y triglicéridos, problemas osteoarticulares, riesgo de padecer cáncer, apnea del sueño, problemas cardiovasculares, cambios repentinos de humor y miles de ejemplos más que podríamos citar por los desórdenes hormonales que se desatan, pero también con el impacto social que tiene ser obeso.

Especialistas argumentan que poner un gabinete médico para sobrellevar este cuadro (nutricionista, deportólogo, psicólogo) puede ayudar bastante; que a diferencia de otras enfermedades, la obesidad es una adicción que no se subsana con “buena voluntad”  y una dieta. Sino que tratamos con una problemática más profunda que muchas veces desemboca en un claro caso de depresión, reincidencia y desesperación por optar por métodos fáciles para el descenso de peso, sin éxito a largo plazo.

Una nueva visión que está estudiando el comportamiento humano hace tiempo, es la Bioneuroemoción, que entiende el cuerpo como un perfecto medio de comunicación entre la persona, su conciencia y el entorno, reaccionando con el cuerpo para adaptarse a una situación que se perciben como estresante, resultando en la variabilidad de peso. Argumenta esta rama, que toda nuestra conducta alimentaria en general, tienen condicionamientos inconscientes que la supeditan, donde hay personas a las que “les engorda el aire” y otras comen tanto como quieren y no consiguen subir de peso. El ejercicio y la dieta son fundamentales para tener control sobre nuestro peso, pero debemos cuidar nuestras emociones.

Compartimos la idea de una toma de conciencia, colaboración y solidaridad por parte de la sociedad toda para acompañar y dar continuidad a quienes luchan este flagelo, evitando la discriminación  o segregación que se genera a partir de un mal comentario o actitud hacia el otro. Involucrando aquí tanto a las empresas que venden indumentaria, por ejemplo, a expandir modelos y tallas (tema en discusión hace años para la naturalización en la industria) como la inclusión desde el mercado laboral hasta la mejora de calidad de políticas públicas relacionadas con el tema.  

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