Arte y CulturaLiteratura

La Peste: Carta a mi amiga en la pandemia

por José Schulman

Yerba Buena, Tuc; 08 de octubre de 2020

Querida amiga:

Hoy, ya, ha explotado mi paciencia y el corazón me exige decirlo.

No quiero sólo abrazarte cuando nos reencontremos, entonces quiero acariciarte, besarte y dibujar con mis manos el continente de tu cuerpo.

Hace demasiado tiempo que no puedo verte, obligado por esta extraña diáspora  que a todos nos encerró en una angustia infinita.

Maldigo mil veces esta pandemia y no sirve para nada.

Hasta se me ha llegado a desdibujar tu rostro por tanto tiempo pasado.

Sueño una hora de reencuentro, y en ella también tu rostro perfecto de nuevo, y tus ojos invadiendo los míos y éstos a los tuyos, ambos sin permiso.

Pero habrá un final feliz, no lo dudo Alicia, con sonrisas que serán capaces de destruir toda distancia y lejanía. Esa hora va a llegar…. lo dudas?

CARTA A UN AMANECER SIN PANDEMIA

Yerba Buena; 25 de enero de 2021

Querido Juan:

Hoy es un día de gloria, como no lo hubo desde la iniciación del mundo.

Hoy anuncian los diarios que es el primer día que tiene un amanecer sin pandemia.

Esto significa que podremos nuevamente vernos y abrazarnos como merecen hacerlo un padre y un hijo.

Mi felicidad es absoluta. Casi no puedo creerlo, y eso debe a  que la ciencia, una vez más, por el amor de los hombres, nos va a permitir volver a compartir horas de felicidad. Sí como antes, como debió ser siempre.

Esto consagra la expresión de Goethe: “Cierto que en el mundo de los hombres nada hay necesario, excepto el amor”.

Por ahora: un abrazo tan extendido como todo este tiempo que no pudimos vernos, Con todo el afecto. 

Tu padre

CARTA A UN AMANECER SIN PANDEMIA.-

Yerba Buena; 25 de enero de 2021.

Querido Juan:

Hoy es un día de gloria, como no lo hubo desde la iniciación del mundo.

Hoy anuncian los diarios que es el primer día que tiene un amanecer sin pandemia.

Esto significa que podremos nuevamente vernos y abrazarnos como merecen hacerlo un padre y un hijo.

Mi felicidad es absoluta. Casi no puedo creerlo, y eso debe a  que la ciencia, una vez más, por el amor de los hombres, nos va a permitir volver a compartir horas de felicidad. Sí como antes, como debió ser siempre.

Esto consagra la expresión de Goethe: “Cierto que en el mundo de los hombres nada hay necesario, excepto el amor”.

Por ahora: un abrazo tan extendido como todo este tiempo que no pudimos vernos,

Con todo el afecto.

Tu padre.

                                                                 José Schulman

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