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La Universidad de Harvard catalogó como «saludables» además del agua a dos bebidas muy corrientes

La prestigiosa universidad realizó un informe con las bebidas que considera “saludables” por sus propiedades “antioxidantes, flavonoides y sustancias biológicamente activas”.

Es sabido desde siempre que el agua es una bebida imprescindible para la vida de todas las especies y su supervivencia. Es importante consumirla para no llegar al punto de deshidratarse, aunque no tengamos sensación de sed y es recomendado por la comunidad médica. Ahora, Harvard incluyó en un nuevo informa a dos bebidas que considera saludable para el consumo humano.

Según la Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan, Harvard tiene dos bebidas que considera saludables, sin reemplazar al agua, que tienen propiedades “antioxidantes, flavonoides y otras sustancias biológicamente activas”, y se trata del café y el té. Según la casa de Altos Estudios, son dos bebidas que, tomándolas con precaución, pueden resultar beneficiosas para la salud.

Así, la escuela destaca que Harvard considera que el consumo de “entre 3 y 5 tazas al día de café podría reducir la posibilidad de sufrir varias enfermedades crónicas”, indica el informe. En este sentido, hacen una aclaración acerca de aquellas personas que tienen sensibilidad a la cafeína, ya que pueden sufrir de “nerviosismo, ansiedad e insomnio” así como también a aquellas que sufren de hipertensión arterial, ya que no les sería beneficioso en ese caso puntual. También hace la diferenciación sobre las personas embarazadas, que no deberían consumir más de dos tazas al día, según la universidad.

En esta misma línea, advierte acerca de las “calorías añadidas, como las del azúcar y las grasas saturadas en una bebida de cafetería cargada con crema batida y jarabe con sabor, podrían contrarrestar los beneficios para la salud que se encuentran en un café negro básico”, detalla el informe de Harvard. En cuanto al té, la casa de estudios sugiere el consumo de “las hojas curadas de la planta Camellia sinensis, y su sabor cambia dependiendo de dónde se cosecha, cómo se cultiva o procesa” y de diferentes hierbas naturales, que no estén secas.

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