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A 132 años de la muerte de Lewis Carroll nos ha legado, «Alicia en el país de las maravillas» y «Alicia a través del espejo»

*Por Marcelo Bianchi Bustos

Hay obras de la Literatura universal que forman parte de la biblioteca mental de cada uno de los lectores. Se trata de verdadera literatura que deja una huella profunda en quien las lee. Junto con las obras hay autores indiscutidos que son grandes referentes y pioneros, en este caso de la Literatura Infantil y Juvenil a nivel mundial.

Hoy recordamos el fallecimiento de uno de estos grandes, del escritor Lewis Carroll que nos ha legado un personaje universal, Alicia por medio de dos obras, Alicia en el País de las Maravillas (1864) y Alicia a través del espejo (1871).

Generalmente se ignora que su verdadero nombre fue Charles L. Dodgson y que fue un pastor anglicano que además se dedicó a la enseñanza de la matemática una vez que egresó de la Universidad de Oxford.

Amigo de las niñas, vivía creando cuentos, historias y juegos para ellas. Alicia existió en la vida real y habló sobre la obra de Carroll:

 «Muchos de los cuentos del sr. Dodgson nos fueron contados en nuestras excursiones por el río, cerca de Oxford. Me parece que el principio de “Alicia” nos fue relatado en una tarde de verano en la que el sol era tan ardiente, que habíamos desembarcado en unas praderas situadas corriente abajo del río y habíamos abandonado el bote para refugiarnos a la sombra de un almiar recientemente formado. Allí, las tres repetimos nuestra vieja solicitud: cuéntenos una historia, y así comenzó su relato, siempre delicioso. Algunas veces para mortificarnos o porque realmente estaba cansado, el sr. Dodgson se detenía repentinamente diciéndonos: esto es todo, hasta la próxima vez; ¡ah, pero ésta es la próxima vez!, exclamábamos las tres al mismo tiempo, y después de varias tentativas para persuadirlo, la narración se reanudaba nuevamente”.

Tal vez el secreto de su obra reside en que fue pensada y disfrutada desde antes de ser escrita por los propios niños.

En su obra hay dos personajes que llaman poderosamente la atención del lector, por un lado, el conejo que mira su reloj preocupado por el tiempo y que está apurado pues debe llegar a un evento de la Reina de Corazones; por el otro el Gato de Cheshire con quien Alicia mantiene este interesante diálogo:

«– ¿Podría decirme, por favor, ¿qué camino debo tomar?

    – Eso depende de a dónde quieras ir -respondió el Gato.

    – Lo cierto es que no me importa demasiado a dónde… -dijo Alicia.

    – Entonces tampoco importa demasiado en qué dirección vayas -contestó el Gato.

– … siempre que llegue a alguna parte -añadió Alicia tratando de explicarse.

– Oh, te aseguro que llegarás a alguna parte -dijo el Gato- si caminas lo suficiente».

Cada capítulo de Alicia es una apuesta a la imaginación en la que el autor hace uso de su maestría para contar historias, pero además para llevar al lector al mundo del ajedrez y de los acertijos matemáticos.

A su vez la fama de su primer libro se vio apuntalada por dos grandes hitos cinematográficos que la llevaron a la pantalla grande. Por un lado, la maravillosa versión de dibujos animados de Walt Disney de 1951 y por el otro la del director Tim Burton de 2010. Cada una de ellas son grandes creaciones que pueden servir como puerta de entrada para ingresar a la obra y descubrir lo maravilloso de este escritor.

*Dr. en Literatura Comparada, Master en Enseñanza del Español Docente. Investigador, Escritor, vicepresidente de la Academia de Literatura Infantil Juvenil. Director de la revista virtual Miradas y Voces de la LIJ,

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