A mi primo Jesús Amenabar
Hoy se fue mi querido primo Jesús María Amenábar justo el día que se cumplen 34 años de la partida de su padre el gran Dr. Pilolo Amenabar.
Es difícil expresar con palabras el dolor que esto representa para los familiares y amigos…
Aquí en la distancia, mientras mastico el inmenso dolor y desconsuelo, tengo la necesidad de escribir lo que mi corazón dicta.
Jesús es un ejemplo a seguir, y digo es y no fue, porque los ejemplos sobreviven a sus protagonistas.
Ya desde mi infancia tenía la clara imagen de mi primo como el tipo abocado a sus obligaciones, al trabajo incansable, al estudio dedicado, el que dormía 3 horas y que se olvidaba del mundo mientras preparaba sus materias de la carrera de medicina. Un cerebro privilegiado sin dudas.
Como si eso fuera poco, la naturaleza lo dotó de una personalidad afable, hacedor de amigos, con un físico privilegiado que le permitió logros como nadador; y no acaba ahí la cosa, estudiante de piano y amante de la música en general (fanático de Martha Argerich!), Jesús siempre tuvo un lugar para su amado piano. Aprovechaba los minutos entre paciente y paciente para sentarse al piano y de paso mirar como estaba su madre, mi querida tía Sofi.
Estamos hablando de un tipo con cualidades intelectuales excepcionales que, haciendo honor al legado de su gran padre y sus hermanos, se convirtió en un medico y profesor de referencia. Trabajador y estudioso incansable, se fue a Francia, hizo una residencia ejemplar y destacada en el Instituto GustaveRoussy de París, pudo quedarse, pero decidió volver a devolver lo que su amada Argentina le había dado.
Pero de vuelta, como si eso fuera poco, vino de fábrica con cualidades humanas también excepcionales. Tomó su vocación de médico como un sacerdocio, se entregó de cuerpo y alma al ejercicio de la profesión sanando a todos los que pudo tanto en su ciudad como en algún pueblo perdido tierra adentro. Jesús tuvo ejemplos, eso ayuda, pero la madera de mi primo fue de primera calidad. La empatía fue el faro que iluminó su vida; la lucha convencida por las injusticias sociales fueron el faro que iluminó su vida; sus convicciones políticas fueron el faro que iluminó su vida. El amor por su familia y sus semejantes fue el faro que iluminó su vida! Varios faros iluminaron el camino a este primo ejemplar!
Y ¿qué decir de su familia? No solo sus hijos Delfina y Alejandro se quedaron huérfanos, María Emilia su mujer, sus hermanos, sobrinos, mi hermana y su querido Eduardito se quedaron huérfanos, sus amigos, TODOS los que conocimos la hombría de bien, la conducta, la ética y la moral intachables de mi primo, nos quedamos huérfanos.
Sin atisbo de dudas y con total convicción, sostengo que Jesús María Amenábar es un modelo de ser humano. Persona de gran sensibilidad y estatura moral, comprometido con la vida y con sus semejantes, de una inmensa sinceridad, que puso sin ningún miedo el pecho y las pelotas en la mesa en la lucha contra de las injusticias político y sociales, que no son pocas.
Hace rato que nuestra sociedad perdió el Norte, pero sigue dando individuos ejemplares que sobresalen y dan esperanzas.
A propósito, me acuerdo de mi primera visita a Washington DC donde el pianista argentino y Presidente del Concejo Interamericano de música Efraín Paesky reflexionaba: “que increíble nuestra Argentina, pródiga de seres humanos talentosos, trabajadores y ejemplares, pero que no puede organizarse como sociedad y navega a la deriva” corría el año ’99… tendría que preguntarle a Paesky si hay algo para actualizar sobre aquella reflexión… no creo.
Evitar el tema controvertido sería de mucha cobardía de mi parte, además sé que mi primo lo aprobaría…
Atacar los reclamos bien fundados de un ciudadano modelo como lo es Jesús, para defender una realidad que nos pone entre los fenómenos sociológicos inexplicables del globo terráqueo, es absurdo e inmoral.
Mirar el partido de ajedrez desde afuera tiene sus ventajas. Podés reconocer las maravillas de tu tierra natal, de sus personajes meritorios, de los logros de los que hacen las cosas bien, más allá de su afiliación ideológica, pero también te permite ver las miserias de una sociedad que tiene todo por construir y que en vez de unirse para luchar contra la clase política toda, la cual nos tienen sumidos en el fracaso social desde hace varias décadas, prefiere las chicanas pseudointelectuales de café no conducentes, muy mediocres, muy resentidas y muy dañinas.
Querido primo, te fuiste y nos dejaste huérfanos de ejemplo, de valentía, de coraje, de tanto! Pero sos un ejemplo de excelencia para muchos que se quedan!
Abrazos a todos mis primos queridos, las palabras no alcanzan para expresar el desgarro que siento en mi pecho!
Aquí seguiré masticando mi inmenso dolor y desconsuelo deseando que tu partida sirva de inspiración para los que seguirán luchando por un país más justo, más educado y más solidario.
Gustavo A. Ahualli