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Alfaro recurrió a la Justicia por la supuesta entrega de dinero durante la madrugada

Las cámaras de la Municipalidad registraron a varias personas caminando con cajas esta madrugada, que contendrían dinero que habrían retirado de una financiera del esposo de la ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse.

El intendente Germán Alfaro, y candidato a vicegobernador de Juntos por el Cambio, denunció ante la Justicia Penal que las cámaras de la Municipalidad captaron movimientos de personas que entraban a un edificio céntrico en calle 24 de Septiembre al 700, de donde salían con cajas aparentemente con dinero, en horas de la madrugada de este domingo.

La denuncia fue presentada en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana por el presunto delito «contra el orden económico y financiero».

El jefe municipal adjuntó fotografías y videos que captó el Centro de Monitoreo. Según Alfaro, a partir de las 3 de la mañana de hoy «comenzaron a concurrir un número importante de personas al edificio colindante del Banco Macro de calle 24 de Septiembre 719, las cuales ingresaban y se iban con grandes cajas y sobres, bolsas y bolsas llenos».

«No hay justificación para que un día domingo de elecciones generales tenga ese movimiento el lugar mencionado, donde una cantidad de personas desconocidas, con planillas y sobres, ingresaban y salían con bolsos, cajas y bolsas llenas. Agravando la situación que este establecimiento se encuentra a 80 metros de la Escuela Rivadavia, donde se vota», esgrimió el candidato de Juntos por el Cambio, quien sospecha que dentro de las cajas había dinero suficiente para garantizar el «clientelismo electoral del oficialismo».

El intendente afirmó en su denuncia que «varias unidades pertenecen al Banco Macro SA, Administradora Fiduciaria ARS Sa, cuyo titular es Salas Martín Miguel (esposo de la ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse), y otras reconocidas financieras del medio local quienes deberán explicar qué hacían esas personas a esa hora, el día de las elecciones, que ingresaban con papeles, planillas y salían con bolsos, grandes sobres y bolsas llenas de supuestamente dinero en efectivo para ser destinados a la compra de voluntades».

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