Avances en el entrenamiento de perros para la detección de SARS-CoV-2 en personas
Un equipo multidisciplinario de nuestra Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (FCV- UBA) halló que los perros entrenados pueden detectar el SARS-CoV-2 con una sensibilidad superior al 93% y una especificidad del 86%, con capacidad para discernir falsos negativos del 81%, y falsos positivos (96%).
Los resultados, que surgen del entrenamiento de 9 perros, son promisorios. No obstante, se requiere de nuevos ensayos que contemplen la capacidad de detección de los animales frente a pacientes asintomáticos, y la posible interferencia de otros estímulos a la hora de efectuar la detección, como el uso de perfumes o desodorantes, entre otros factores.
El objetivo principal del trabajo realizado en nuestra Facultad fue evaluar si era posible la detección de pacientes covid 19 positivos a través de muestras de sudor axilar por medio de la olfacción de perros biosensores.
El grupo de FCV UBA se basó en la experiencia que llevó adelante el doctor Grandjean y sus colaboradores en la Escuela de Medicina Veterinaria de Alfort (Francia) bajo el programa Nosaïs (programa de enfoque científico que adiestra perros para la detección médica), además de realizar una extensa revisión bibliográfica, y analizar los trabajos publicados, sobre los distintos aspectos de la temática y con el asesoramiento de referentes en los temas vinculantes.
En los últimos 10 años, la participación de perros en el campo de la detección a través del olfato se ha ampliado extensamente, siendo la salud humana la más beneficiada. Enfermedades de origen oncológico, bacteriano, viral, parasitario, metabólico, neurológico, entre otras, han podido ser detectadas en personas a través del olfato de animales entrenados.
Al contraer una enfermedad infecciosa, metabólica u otras, frecuentemente resulta en un cambio del olor corporal. En esas circunstancias, cientos de componentes orgánicos volátiles (COVs) o biomarcadores son emitidos por el cuerpo, los que pueden ser identificados por perros entrenados.
De los 9 perros entrenados, algunos tenían experiencia en la detección de explosivos y provenían de Fuerzas de Seguridad (Gendarmería Nacional Argentina, Prefectura Naval Argentina y Policía de la Provincia de Buenos Aires). Otros habían sido entrenados por adiestradores vinculados a la Escuela de Adiestramiento Canino de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, con entrenamiento en rastro.
Muestras
Para realizar el estudio, se colectaron 102 muestras de sudor axilar mediante dispositivos de gasa tubular hidrófila estéril de 10 x 10 cm, de 31 pacientes COVID-19 positivos (con síntomas clínicos de la enfermedad) y 71 negativos; ambos confirmados por RT-PCR para SARS-CoV-2.
Los pacientes se encontraban hospitalizados al momento de la toma de muestra y se incluyeron a personas de ambos sexos y diferentes edades.
Las muestras fueron colectadas por el personal de salud integrante del equipo de trabajo, perteneciente al Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, y fueron acondicionadas en bolsas de cierre hermético para su traslado.
Previo al entrenamiento, las muestras se colocaron en frascos de vidrio y se dispusieron en soportes de acero inoxidable con campana de olfación.
Entrenamiento
Los canes y sus guías participaron inicialmente en una etapa de adaptación con la finalidad de nivelar las destrezas del binomio (entrenador-perro) a fin de homogeneizar la forma de trabajo y con ello obtener resultados más sólidos.
Durante las jornadas de entrenamiento se registraron de manera continua indicadores de bienestar animal definidos para este tipo de labor, evidenciando que los canes no sufrían ningún tipo de manifestación de estrés, angustia o disconfort durante el ensayo.
El proyecto contó con la aprobación del CICUAL (Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales de Experimentación) de FCV – UBA.
Los perros realizaron, por jornada, entre 3 y 16 rondas de detección durante un lapso que varió entre 11 y 18 días de entrenamiento.
Parámetros analizados y resultados
Los parámetros analizados fueron sensibilidad (Se), especificidad (Es), valor predictivo positivo (VPP) y negativo (VPN) y el porcentaje de detección, entre otras variables.
El análisis preliminar de los resultados ha sido promisorio obteniéndose una sensibilidad global promedio superior al 93%, especificidad del 86%, VPP del 81%, VPN del 96% y porcentaje de detección en el orden del 90%.
La sensibilidad es definida como la probabilidad que tienen una prueba diagnóstica en detectar valores positivos.
La especificidad es la probabilidad de una prueba diagnóstica en detectar como negativo a los individuos sanos.
El VPP es la probabilidad de que un individuo positivo, detectado por la prueba, realmente esté enfermo y el VPN es la probabilidad de que un individuo negativo, esté realmente sano.
El porcentaje de detección evalúa la proporción de individuos correctamente detectados como sanos y enfermos sobre el total de evaluados.
Se observaron diferencias considerables en las variables mencionadas según la cantidad de días en entrenamiento y entre los canes participantes.
Conclusiones
Los resultados obtenidos fueron comparados con otros generados por grupos de investigación de otras partes del mundo, obteniendo valores similares en todas las variables a excepción de la sensibilidad, donde se alcanzó un valor superior al de otros estudios publicados.
Del análisis de los resultados y de las pruebas estadísticas utilizadas se obtuvieron conclusiones altamente relevantes vinculadas al uso de canes entrenados como prueba diagnóstica tamiz de COVID-19.
Asimismo, a través del proyecto se generaron espacios de capacitación a los participantes del proyecto (guías y coordinadores) en temas vinculados al bienestar animal y entrenamiento brindados por profesionales idóneos de nuestra Facultad.
En esta primera etapa del trabajo, pudo observarse que los perros entrenados tienen la capacidad de detectar a las personas con COVID-19 a través de muestras de sudor axilar provenientes de pacientes internados en una Institución Hospitalaria.
Se encontraron diferencias en las variables que caracterizan a esta detección como prueba diagnóstica según factores relacionados a los días en entrenamiento como a las características de los canes participantes.
Para poder certificar el uso de perros detectores de COVID-19 en la Argentina restaría realizar ensayos que contemplen la diversidad de factores confounders que podrían estar presentes en terreno. Dichos factores refieren, entre otros, a pacientes asintomáticos, al uso de perfumes o desodorantes que puedan ser distractores a la hora de la detección y personas que cursen COVID-19 y no hayan sido hospitalizadas por lo que el olor corporal podría diferir de aquel proveniente de las muestras de los pacientes utilizados en este ensayo.