Barcelona debutó con el pie derecho en Champions League
El conjunto culé regresó a la Champions recobrando sensaciones y cargando pilas tras el paso en falso ante el Getafe por La Liga y espera al Real Madrid con una inyección positiva de ánimos tras derrotar al debutante Ferencvaros (Hungría) en Champions League por 5-1.
Koeman prometió un equipo fuerte y cumplió, para el dt holandés, el partido era muy importante, llegaba de perder en Getafe, era el debut en la Champions tras la paliza de Lisboa y tenía que servir para cargar pilas de cara al duelo contra el clásico rival. Busquets se quedó en el banco para descansar y así debutó Pjanic como titular y Griezmann tampoco salió de inicio.
Al conjunto blaugrana le costó arrancar y perfectamente pudo llevarse un susto de entrada. Iniciaron los culé el encuentro muy lentos y con falta de ritmo. Todo lo contrario que los húngaros, que cada vez que robaban la pelota buscaban a Nguen, quien en 20 minutos marcó un golazo de contragolpe pero el famoso VAR anuló por fuera de juego.
Fue Messi quien marcó un antes y un después en el partido, el que destrabó el duelo con una carrera de él solo contra el mundo en el que gambeteó a un par de rivales y cuando entró en el área fue derribado, el penal él mismo lo cambió por gol.
De Jong mejoró sus últimos pases asistiendo a Ansu Fati justo antes del descanso para que marque el 2-0, su cuarto gol en lo que va de temporada.
Ya en el segundo tiempo más atento, con Trincao ya totalmente suelto y buscando el arco cada minuto, tardó sólo siete minutos en encontrarlo después de una asistencia fabulosa de Ansu Fati a Coutinho. Un gol estupendo, que aseguraba el partido y que parecía abrir la puerta para dar descansos de cara al clásico del sábado.
Y justo cuando todo parecía controlado, Nguen aprovechó un balón perdido por Pjanic para encarar a Piqué, quien le hizo penal y de postre vio la roja. Kharatin transformó el penal y al Barça le quedaban 20 minutos en inferioridad y, lo que es peor, era saber que Piqué no podrá jugar ante la Juventus dentro de una semana.
Para asegurar el partido, Koeman mandó a la cancha al uruguayo Araujo y a Busquets al ver que el rival se animaba ante la superioridad numérica. Le salió bien la apuesta al entrenador, incluso apareció Dembélé para servir a Pedri su primer gol como blaugrana, marcar el quinto y empezar con el pie derecho la Champions League 20/21.