Denuncian a una mujer que castigó a palazos en el piso a su hijo de 7 años
“A veces hay que corregirlo”
El hecho ocurrió en Misiones y el nene, que tiene visibles marcas de la agresión en la espalda, acusó a su madre de golpearlo brutalmente con una tacuara. La agresora habló y reconoció la golpiza: “Capaz me pasé y le pegué un poquito de más”.
“No quiero que mi hijo sea otro Lucio”. Con esa frase, el padre de E. fue hasta la comisaría a realizar la denuncia por maltrato infantil. La madre del pequeño lo golpeó brutalmente con una varilla y le dejó toda la espalda marcada. Ella reconoció la agresión, pero se defendió: “Capaz me pasé y le pegué un poquito de más”.
El violento episodio ocurrió en la ciudad misionera de Posadas. Allí, Matías Emanuel Medina se acercó hasta la Comisaria de la Mujer de Fátima para relatar la violencia que sufría su hijo. “Mamá me pegó con una tacuara, me tiró al piso y me siguió pegando”, le contó el nene.
“Logré convencerla de que me deje buscarlo por teléfono. Durante la llamada me dijo ‘recién le llamé la atención porque no me hace caso y se porta mal’. Entonces le dije que ponga en altavoz el celular y le pregunté a E. por qué lo castigó, a lo que me dijo: ‘Papi, no sé cómo hacer para que mi mamá no se enoje conmigo’’”, detalló el hombre. Y agregó: “Ahí la convencí de buscarlo, lo traje a casa y cuando se estaba por bañar vi lo brutales golpes que tenía, casi no podía caminar, tenía la espalda toda morada y las partes genitales golpeadas también. Tenía el cuerpo caliente, como afiebrado”.
La palabra de la madre acusada
Luego de que el caso se diera a conocer a través del portal Misiones Online, Rocío, la mamá del nene agredido, se defendió y apuntó contra su expareja: dijo que él es violento y la denunció para sacarle la tenencia del menor.
“No es que yo le maltraté al chino ni nada, solo lo eduqué. No le pego, no lo maltrato, está bien alimentado. Pueden pasar a ver las condiciones donde vivo y cómo lo tengo. Siento que me parte el corazón que me hagan esto. Creo yo, como cualquier madre, que lo que hice es educarle. Después por eso andan así como andan, son atrevidos, salen a robar, porque no podés educarlos que ya te sacan una denuncia”, dijo.
Además, habló de cómo vivió la situación luego de que se conocieran las lesiones que presenta de nene. “Para mí fue fuerte ver cómo me escracharon, porque lo único que hice fue educar a mi hijo. Sí, capaz me pasé y le pegué un poquito de más”, admitió. Además, reconoció que ella le envió audios y amenazó a su expareja: “Fue por impulso”.
La familia de la acusada la defendió
La madre de Rocío también habló con el mencionado medio y la defendió: “La mamá le agarró con una varita y le corrigió. Dicen que lo lastimó, pero no pasó nada. Sacan el celular, ven la marca y sale una cosa muy grande, pero son todo mentiras. Mi nieto se porta bien, pero hay que corregirlo. No es algo de todos los días”, aseguró Carmen, abuela del pequeño.
El tío del nene, Javier, por su parte, afirmó que al niño “lo están manipulado porque es chico y en vez de mejorarle a la criatura, lo están traumando más”. “Ella me pidió el cinto para corregirle porque él le contestó feo. Yo mismo le dije, como hermano, que era muy grueso, que era mejor sacara una vara y corregirle como nos corregían a nosotros”, contó.
Además, su tía Miriam señaló que nunca recibieron una queja por parte de E. en relación al trato de su madre, y comentó: “Él es un chico normal, juega con sus amigos y nunca se vio nada raro. Ella no es una mala madre, trabaja en su casa y está con sus hijos las 24 horas”.
“Nosotros que vivimos cerca sabemos lo que pasa y no es así como están diciendo. Ella lo corrigió a él. Como dijo ella, se pasó un poco la mano, pero no es una persona que constantemente le está pegando al nene”, afirmó.
También remarcó el comportamiento del menor: “Él viene rebelde y como toda madre acumula bronca. Cuando me pidió el cinto yo ya supuse que era para corregir al hijo porque yo escuché cómo le contestó”, agregó.
Y justificó la agresión alegando que el niño “es de carácter hiperactivo” y que el trato que recibe cuando está en compañía de su padre es distinto al que recibe con su madre, señalando que los comportamientos “rebeldes” del niño se dan luego de las visitas con su progenitor.