Difícil decisión de un juez entre un reclamo laboral y la atención a adultos mayores
Un juez tuvo que decidir sobre despidos, indemnizaciones y embargos pero sin desamparar a adultos mayores que residían en el geriátrico.
Un juicio en el que se reclamaban indemnizaciones por despidos llevó a un juez a tomar una serie de medidas especiales con el fin de respetar tanto los derechos de las trabajadoras que presentaron la demanda como los de terceros ajenos al proceso, en este caso, los adultos mayores que vivían en el geriátrico.
Se trata de una sentencia emitida en el Juzgado del Trabajo de la IIIª Nominación del Centro Judicial Capital, a cargo del Dr. Guillermo Kutter, quien ordenó una medida de embargo y secuestro de bienes muebles en un hogar de ancianos, propiedad de los demandados, pero con la condición de que la misma fuera realizada junto a distintas acciones especiales, con el propósito de garantizar los derechos fundamentales de los adultos mayores que residían en la institución embargada.
La orden de llevar adelante una medida de embargo y secuestro de bienes muebles en la institución geriátrica fue tomada luego de que fracasaran otras medidas dictadas con anterioridad a los fines de ejecutar el cobro de la indemnización reconocida a las accionantes.
En los fundamentos del fallo, el Dr. Kutter explicó que se encontraba ante un caso que lo obligaba a tomar una decisión interpretando el contexto social y el marco normativo, convencional y constitucional, con los recaudos necesarios, ya que existía una concurrencia de derechos con igual jerarquía de protección: el de las trabajadoras que reclamaban la reparación correspondiente tras el final de sus vínculos laborales; y el de los adultos mayores, pacientes del hogar en la que debía llevarse adelante la medida pero que nada tenían que ver con el juicio.
Ante esta situación el juez decidió que la medida ordenada fuera acompañada de una serie de recaudos específicos y obligatorios: que se dé intervención directa a la Dirección de Adultos Mayores de la Provincia; que se evite afectar directamente y se respete la dignidad de los residentes; que se asegure la continuidad de los servicios esenciales del hogar; y que se minimice el tiempo de ejecución de la medida, entre otros.
En la sentencia, el Dr. Kutter afirmó que el caso en particular requería la figura del “juez intérprete” para hacer frente a un juicio que correspondía al modelo de “casos difíciles”; esto es, casos en los que entraban en conflicto dos o más derechos fundamentales.