El candidato peronista arrasó con De Loredo y se consolida el liderazgo de Llaryora
Daniel Passerini fue una apuesta personal del gobernador electo Llaryora. Arrancó muy atrás del candidato radical, pero terminó imponiéndose. Avanza la renovación generacional en el peronismo cordobés.
El peronista Daniel Passerini sorprendió este domingo con un triunfo contundente contra el radical Rodrigo de Loredo en las elecciones de intendente de Córdoba Capital. El triunfo de Passerini fue una apuesta personal del gobernador electo Martín Llaryora, que consolida así su liderazgo de relevo de Juan Schiaretti en el peronismo cordobés.
Llaryora es el actual intendente de Córdoba Capital y Passerini su vice. Cuando lanzó la candidatura de Passerini era poco conocido y arrancó más de diez puntos atrás de De Loredo, que parecía imbatible. Pero Llaryora se puso la campaña al hombro y logró imponer la idea del «equipo» para seguir avanzando en la transformación de la capital cordobesa, que con su dinámica gestión salió del pozo en la que la estaba luego de años de malas gestiones.
La victoria de Passerini fue tan contundente que sin esperar los datos oficiales y con los datos de las mesas testigo, Rodrigo de Loredo reconoció la derrota. Completado el escrutinio provisorio se supo que el candidato peronista le ganó al radical por casi ocho puntos. Otra vez fallaron las encuestas que oscilaban entre vaticinar un empate o una victoria de De Loredo.
«Ante todo queremos reconocer un triunfo y saludar a quien va a ser el próximo intendente de Córdoba Daniel Passerini», dijo el radical. La caída del diputado de Evolución le aguó la fiesta a la cúpula de Juntos que esperaba seguir en Córdoba con el envión que tuvieron con el triunfo en Santa Fe de Maximiliano Pullaro.
A Córdoba llegaron Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich y se fueron sin celebrar. La «ola de cambio» chocó de frente con el peronismo cordobés de Schiaretti, que ahora le saldrá más caro a Larreta cuando vuelva a intentar reflotar el acuerdo, como reveló LPO.
Llaryora logra con este triunfo consolidarse como el nuevo líder del peronismo cordobés y ponerse al frente del recambio generacional que hace rato vienen pidiendo los principales intendentes, cansados que los cargos más importantes siempre queden para el círculo más cercano a Schiaretti.
Llaryora logra con este triunfo consolidarse como el nuevo líder del peronismo cordobés y ponerse al frente del recambio generacional que hace rato vienen pidiendo los principales intendentes y dirigentes de esa fuerza, cansados que los cargos más importantes siempre queden para el círculo más cercano de Schiaretti.
La campaña de De Loredo fue lastrada por dos escándalos narcos que golpearon de llego a candidatos a concejales de su lista. El radical no hizo caso a aquellos que le sugerían expulsarlos y Llaryora aprovechó a fondo esa debilidad. La situación desbordó a De Loredo, al punto que en el cierre de su campaña el caso hizo pasar un momento muy incómodo a Patricia Bullrich, que había viajado a Córdoba a respaldarlo.
La militancia que le impregnó el propio Llaryora, quien trabajó en esta campaña más que en la propia según él mismo reconoció, fue determinante para aguar un festejo que estaba programado desde hace varios días en Juntos por el Cambio. De hecho, como lo contó LPO, tanto Horacio Rodríguez Larreta como Patricia Bullrich habían comprometido su viaje a Córdoba para festejar con De Loredo y el peronismo les arruinó la fiesta.
Porque, en simultáneo con la llegada de los dos presidenciables del PRO al búnker de De Loredo, el secretario de Gobierno de Llaryora, Miguel Siciliano, anunció la tendencia que arrojaban las mesas testigos con una diferencia cómoda para Passerini. Fue Llaryora quien con los números en la mano le pidió que saliera a difundirlos para contrarrestar el desembarco de los líderes nacionales de Juntos.
Así, mientras Larreta y Bullrich buscaban esquivarse en el arribo al Botánico -sede de la oposición-, algunos radicales empezaban a vaticinar lo que se vendría: el festejo peronista.
Algo que se terminó confirmando después en el Quórum, la tradicional sede de cierres de campaña y búnker que tiene el peronismo cordobés.
Que no nos vengan a explicar qué tenemos que hacer los pituquitos de Recoleta. Las elecciones se ganan hablando con la gente, no paseándose por los medios de Capital Federal donde nos mienten y nos agreden.
Con De Loredo reconociendo la derrota, en compañía de los socios nacionales, pero con ausencia de Luis Juez, el llaryorismo empezó preparar el festejo. Cerca de las nueve de la noche aparecieron Passerini, Llaryora y Schiaretti que esta vez, a diferencia de lo sucedido en los comicios provinciales, subió al escenario.
«Que no nos vengan a explicar qué tenemos que hacer los pituquitos de Recoleta», dijo Llaryora en referencia a la presencia en el búnker de la oposición de Larreta y Bullrich y agregó un comentario directo a Juez y De Loredo: «las elecciones se ganan hablando con la gente no paseándose por los medios de Capital Federal donde nos mienten y nos agreden. No me callo, no le tengo miedo a nada, no tengo miedo de quedar mal por defender a los cordobeses», dijo el actual intendente y quién sucederá a Schiaretti desde diciembre.
En tanto, con el GPS ya configurado hacia las Paso, en los festejos de Passerini también hubo presencia de dirigentes, intendentes y funcionarios que vienen tejiendo con Sergio Massa. De hecho, varios desde muy cerca del escenario mandaron Whatsapp al ministro y candidato, que poco después devolvió gentilezas desde Duro de Domar.
«Lo conozco a Dani Passerini hace muchos años, es uno de los herederos de De la Sota. Está pasando algo muy interesante en Córdoba con Llaryora, Passerini que son los herederos de De la Sota que están llegando a ocupar lugares de gobierno, gestionan bien, son cercanos y son militantes», dijo Massa, en un mensaje envenenado a Schiaretti.