El «Cuento del Tío»
El reloj marca las 13 horas. De repente vacilando con una voz entrecortada y unos ojos llorosos dice ¿señora?, desde adentro le contestan ¿que necesita señor? prosigue ¿no me conoce?, me llamo Juan vivo en la otra cuadra, yo vendo masas, paso siempre por aquí y sabe estoy muy mal porque murió mi señora, la mujer de cabello cortito que vendía golosinas en la escuela y me falta dinero para el cajón comenta Juan mientras en su mano derecha empuña un rollo de billetes para engañar a su presa demostrándole que otros antes ya fueron solidarios con él. Los vecinos me están colaborando continua, la vecina lo miró y dudó por unos instantes pero al ver al actor con tan buena actuación dijo lo ayudo pobre hombre que situación tan terrible y aunque se le cruzó por la cabeza enviarlo para que el gobierno lo ayude, decidió colaborar ella también.
¿Le parece conocida la historia? y si, el cuento del tío siempre va evolucionando con algún condimento distinto.¿A quien no le pasó alguna vez algo así? quizás a muchos no, pero seguro, a varios sí.
Ante la situación de miedo, pandemia, pobreza que vive la sociedad las técnicas de engaño son cada vez más profesionales. Ahora bien pregunto es necesario aprovecharse de la buena voluntad de las personas llegando a extremos para conseguir unos pesos a través de la lástima. A donde hemos llegado como sociedad donde los valores están prácticamente perdidos y la mentira gana adeptos en las calles sin importar a cuantos engañen durante el día, total mañana van por otras víctimas.
Ésta práctica peligrosa lleva en muchos casos un minucioso trabajo de estudiar la zona, las casas, las posibles víctimas por lo que se crean muchas posibilidades y escenarios que te hacen imposible decir no. Aparte por la cuarentena la mayoría de las familias se encuentran en sus casas otro condicionante riesgoso.
Las maniobras destinadas a tratar de burlar la buena fe de las personas son tantas que hasta se ha incorporado un libreto previamente delineado, donde los embaucadores se hacen pasar por notificadores que llevan una orden judicial y si alguien no quiere por desconfianza recibir el escrito les advierten que si no colabora va a tener serios problemas con la justicia.
Hoy en día hay que estar mas que atentos y desarrollar los cinco sentidos porque los especialistas del «cuento del tío» se reinventan y suelen por lo general atacar adultos mayores a quienes engañan de diferentes maneras. La coyuntura por la cuarentena los obligó a » perfeccionar y adaptar» las excusas para conseguir mayores víctimas sin mucho esfuerzo.