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El FMI alertó por la inflación:»puede alimentar el descontento social»

El informe del organismo señaló que una inflación más alta y un crecimiento más bajo también puede «socavar el apoyo al programa, particularmente dado el ciclo electoral». Autorizó un alivio en las metas de reservas, sin cambiar la meta fiscal.

Después de las gestiones de Sergio Massa en EE.UU para obtener un alivio en el frente externo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aflojó las exigencias sobre la acumulación de reservas en US$ 1.800 millones, pero mantuvo el nivel de ajuste fiscal comprometido y exigió más medidas.

Eso significa que, pese a los pedidos para revisar el acuerdo y el deterioro de la situación económica, el Gobierno deberá seguir reduciendo el gasto para alcanzar un déficit primario al 1,9% en 2023.

El directorio Ejectuvio del organismo publicó este lunes el llamado staff report, un informe extenso que en general se difunde tras la aprobación de la revisión de metas, algo que ocurrió el viernes pasado junto con el desembolso de US$ 5.400 millones. Allí, dio a conocer las nuevas metas de acumulación de reservas netas, que implican un alivio para el gobierno en medio del drenaje de reservas del Banco Central, que en el año perdió más de US$ 3.200 millones.

«Los objetivos de reservas netas para 2023 se revisaron a la baja en US$ 1.800 millones y la mayoría de las revisiones se llevaron a cabo en la primera mitad de 2023 para reflejar el impacto de la sequía, que se estima en más de US$ 5.000 millones considerando menores precios de importación de energía. Como tal, el cumplimiento de los objetivos trimestrales requerirá importantes esfuerzos de política, incluso en el frente cambiario», señaló el informe.

El organismo también alertó por la aceleración de la inflación, que en marzo superaría el 7% mensual, según cálculos privados. «Los riesgos de implementación del programa siguen siendo muy elevados dada la compleja situación económica, social y política interna. Una inflación más alta y un crecimiento mucho más bajo podrían alimentar el descontento social y socavar el apoyo al programa, particularmente dado el ciclo electoral», señaló.

El FMI estima la inflación anual en 79,6%. En este contexto, agregó, «la planificación de contingencias y la formulación ágil de políticas serán indispensables para mejorar la probabilidad de éxito del programa, y ​​es posible que se requiera un endurecimiento adicional de las políticas y ajustes de las políticas cambiarias».

«El Fondo sigue enfrentándose a importantes riesgos institucionales, ya que los riesgos del programa no pueden mitigarse por completo», aseguró el reporte.

Por otra parte, el organismo ratificó su visión de que hace falta un endurecimiento de las medidas fiscales para sostener en pie el programa acordado en marzo para refinanciar el crédito de US$ 44.000 millones contraído por la gestión de Mauricio Macri en 2018. La mira está puesta en los subsidios energéticos y la suba de tarifas, así como en los planes sociales, en un contexto de menor recaudación por el impacto de la sequía.

«El cumplimiento continuo de los objetivos fiscales requerirá la implementación oportuna de medidas de alta calidad, particularmente en el frente de la energía y la asistencia social, para compensar los impuestos a la exportación más bajos debido a la sequía y dejar espacio para el gasto prioritario en infraestructura», señaló el staff report.

Y agregó que «será fundamental mitigar el costo del mandato no financiado creado por la nueva moratoria de pensiones».

El Gobierno, según el informe, propuso reducir el ritmo del ajuste fiscal para cerrar el año con un déficit primario del 2,02% del PBI. En los últimos días, La Cámpora insistió en «rediscutir» el acuerdo en vista del aumento de la pobreza por encima del 40%. Pero el Fondo mantuvo la meta fiscal, al proyectar una caída en la recaudación del 1,1% del PBI y una reducción del gasto de 1,5% del PBI, de lo que se desprende un déficit primario del 1,9% del PBI.

«Los riesgos del programa ahora son más elevados debido al contexto económico menos favorable y los crecientes desafíos de implementación de políticas. Un empeoramiento de la sequía podría reducir aún más las exportaciones agrícolas y las entradas de divisas, con implicaciones negativas para el crecimiento, las reservas, la inflación y los saldos fiscales», señaló el reporte del directorio.

En medio de la crisis bancaria tras la caída de tres bancos en EE.UU y los temblores en otros dos en Europa, el Fondo también advirtió que «un crecimiento global más lento de lo anticipado o condiciones financieras globales más estrictas podrían afectar negativamente a Argentina, especialmente a través de los efectos de contagio en los precios de las materias primas y el mercado de deuda local».

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