El folklore va a la escuela
Magister Zulma Prina
Especialista en Literatura infantil juvenil
https://zulmaprina.com.ar/web AALIJ/AAEA/ILCH

Al mencionar la palabra “Folklore” nos remontamos a los comienzos de la vida, de nuestras vidas. Las que podemos recomponer a través de los siglos. De esos recuerdos que nos llegan desde antes de nacer. Los que se fueron acuñando y dejaron huellas de nuestros ancestros. De ese andar y desandar los tiempos, las historias, las costumbres. Esos que nos llegan desde el vientre materno cargado de voces que ya fueron, pero que se quedaron en cada uno de nosotros. Porque es la voz de los pueblos, de las comunidades, de los grupos que se reúnen para afirmarse en su sentido de la vida. Para plantar raíces y seguir creciendo.
El folklore es eso, nuestras costumbres, nuestras celebraciones, nuestro andar cotidiano y todo el legado que recibimos de los antepasados. Es fundamentalmente la voz de cada uno de nosotros, que vamos transmitiendo de padres a hijos, en un sinfín circular envolvente. Es la oralidad, la que nos permite afirmarnos en nuestras raíces Por eso decimos que comienza, termina y vuelve a iniciar el camino interminablemente.
Cómo llegar a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes
El camino más directo para que llegue a ellos y a ellas es la escuela. Porque es necesario conocer de dónde venimos, quiénes somos, para seguir construyendo el futuro. Conocer es la posibilidad de amar.
Felizmente se aprobó una ley que va a permitir que “El folklore entre a la escuela”. El 20 de noviembre de 2019 se aprobó la Ley 27.535 que establece la Enseñanza de Folklore en las Escuelas. La misma contempla abordarlo en todos sus aspectos. Habrá un período donde el Consejo Federal de Educación deberá llevar adelante un proceso para su aplicación en todos los niveles educativos. Esta ley puede adecuarse según la disposición del Ministerio de Educación de cada provincia.
Debemos aclarar que no será el aprendizaje de nuestras danzas folklóricas como una sola opción y en horario extra escolar. Será tal vez una llegada transversal en cada una de las áreas, ya que abarca toda la actividad humana: costumbres, historia, mitos, leyendas, cuentos, ceremonias, las comidas tradicionales, la vestimenta de cada región, las influencias extranjeras y tantos temas.
La palabra Folklore
Al hablar de folklore estamos refiriéndonos a la oralidad. Desde que el ser humano pudo comunicarse a través de la palabra, pudo recoger datos, conocimientos, historias, transmitir ideas. Todo fue grabándose en la memoria colectiva. Entonces sabemos que es ese bagaje cultural que heredamos de generación en generación.
¿Cómo definirlo?
En líneas generales podemos tomar una de las definiciones de la Real Academia Española (RAE)
Es el conjunto de las expresiones culturales tradicionales de un pueblo.
Más adelante, la RAE hace una aclaración dentro de una “Variante gráfica” y cambia la consonante “K” por “C”. “FOLCLORE”
“FOLKLORE” viene del inglés que significa: “folk”: pueblo y “lore”: saber, es decir, el saber del pueblo.

La consonante k le da el sentido a la palabra. Esta modificación cambiaría el sentido dejándola sin significación alguna. Por esta razón debe escribirse: FOLKLORE
Ampliamos la definición; Es la expresión de las manifestaciones culturales, es oral y anónima. Pero además es local, o sea que pertenece a determinada región.
Es decir, forma parte del patrimonio colectivo de cada comunidad, que se fue desarrollando a través de los tiempos.
Podríamos establecer una diferenciación entre los elementos que lo componen. Esto comprende: costumbres, ceremonias, rituales, tradiciones, cuentos, mitos, leyendas, canciones, nanas, retahílas, coplas, etc. Una de las costumbres más arraigadas de la cultura milenaria es el culto a la Pachamama, nuestra madre tierra. Porque ella nos brinda el alimento y nos da la vida. Dicen las voces de los ancestros: “De ella venimos y a ella volvemos” Todos los años, con el comienzo del ciclo de la vida, en el calendario, -31 de julio a 1 de agosto- se celebran las ceremonias a la Pachamama.
Si pensamos en la música, lo primero que surge es la copla, porque es una de las actividades más antiguas, anónimas, cantada por los copleros y copleras. Es una creación espontánea, que nace de la raíz de los pueblos. Así podemos escuchar en el norte, en la puna de nuestro país, las creaciones improvisadas, con su cajita chayara. [1]

Las leyendas, los cuentos, las narraciones sobre costumbres y ceremonias fueron recogidas y transcriptas por los folklorólogos. Así encontramos material para abordar desde las áreas del lenguaje También la historia, la economía, el arte culinario, la música, las artesanías, las costumbres familiares, la siembra y recolección según las distintas regiones, es decir, desde la ciencia social y de la naturaleza.
Además, podemos diferenciar un grupo de elementos que responden a unas formas literarias. Estaríamos en presencia del folklore literario. De este, se desprende la literatura folklórica, como parte de la literatura infantil juvenil. Desde las Prácticas del Lenguaje hay un universo inacabable que incluye la oralidad hasta la lectura, lectura literaria y la escritura.
Roberto Lindor Colombo se pregunta cuál sería el aporte del folklore como disciplina social en la actualidad y señala que
“un primer esbozo de respuesta nos orienta a vincular Identidad Cultural Comunitaria con Sistema Axiológico, o sea, Folklore asociado a un Sistema de Valores[2]”.
El autor concluye que no hay que conformarse con una pseudo Identidad Cultural que nos convierta en lo que no queremos ser.
[1] En la fotografía, la coplera maymareña Josefina Vilcas.
[2] COLOMBO, Roberto O. Lindor; Cuadernos de Folklore — en “Memoria, Cultura Popular y Folklore. Flora venenosa de la miseria o disciplina de amor y confraternidad”, Academia Nacional del Folklore, Número 2, Julio 2018, pp. 55
Muy buen artículo. Gracias Zulma