El homicidio de Ana Dominé deja al descubierto la puerta giratoria
Una vez más la falta de condenas mantienen libres a peligrosos delincuentes ante lo que la población y hasta desde la propia Policía se cuestiona de que sirve agarrar un delincuente si los Jueces los dejan en libertad. Es el presunto asesino de Ana Dominé que debería estar purgando una condena por el asesinato de otro empresario y sin embargo la causa se mantiene sin resolverse.
El presunto asesino, conocido como Hormiga, fue sacado por la Policía esta madrugada de su precaria vivienda en un terreno aledaño al barrio Manantial Sur, el que ya había sido acusado por la fiscal Adriana Giannoni por el asesinato del comerciante Marcelo Javier Mendez, quien fue ejecutado de un tiro en el pecho en la esquina de las avenidas Américo Vespucio y Colón.
Mendez, quien se dedicaba a la distribución de pollos y pescados, fue abordado por el acusado y un cómplice en agosto de 2014. Luego de disparar se llevaron el dinero que trasladaba y su celular, que terminó siendo la pista que llevó a los investigadores a relacionarlo con el asesinato.
Un año después, en 2015, la fiscal solicitó que “Hormiga” sea llevado a juicio por el homicidio. Pero eso nunca ocurrió. Pasaron seis años desde el crimen y cinco desde la elevación pedida por la investigadora sin que el criminal fuera condenado. Incluso, Hormiga había pagado $300.000 para evitar la prisión preventiva abonando esa cifra en caución.