El ídolo decano que pelea por la vida de todos
El ex delantero de Atlético Tucumán, el doctor Julio Barreto, cumple en este tiempo de pandemia con su nueva función: director del hospital de Burruyacú.
Pese a dedicarse en la actualidad, únicamente a la medicina, Julio recuerda con cariño sus mejores épocas como jugador y la trascendencia que marcó Atlético Tucumán en su vida “Yo soy Atlético, todo para mí es celeste y blanco. Mi vida, a pesar de que vestí otras camisetas, es de un solo color”, aseguró el artillero.
Todos los integrantes de su familia eran seguidores de San Martín, pero al seguirlo tanto en su paso por el «Decano», se terminaron inclinando por el celeste y blanco.
Julio Barreto apodado “El cirujano del gol” fue un centro delantero, que además de Atlético, tuvo la posibilidad de pasar por varios lugares como Club Banco Provincia de Tucumán; Atlético Ledesma; Alianza de Cutralco de Neuquén; Sarmiento de Santiago del Estero; Unión Aconquija; Club Atlético Central Norte; Club Atlético Concepción y San Martín, este último en la B Nacional de 1983. Sin embargo, el amor fue para los de 25 de Mayo y Chile.
En Atlético Tucumán además de jugador, fue ayudante de campo y hasta médico del plantel.
En la década de los 80’, se ganó el cariño de todo el pueblo “Decano”. Sus grandes actuaciones, lo llevaron a marcar goles inolvidables al rival de toda la vida, lo cual provocó hasta un sondeo del Club Atlético River Plate.
La falta de celulares y tecnología en esa época, es lo que más lamenta Barreto, porque considera que todos podrían ver en la actualidad sus maravillosos goles “Doy gracias a Dios que llego la tecnología, porque uno hace un gol y todo el mundo se entera del gol que hizo. Antes hacías cada golazo y no se enteraba nadie, sólo la gente que iba a la cancha. Hoy en día jugas en cualquier lado y te ven en todo el mundo. Los tiempos cambiaron y hay que respetar al anterior y el de ahora”, dijo.
Si de delanteros se trata, Barreto dio su opinión acerca de la partida de Leandro Díaz al Club Estudiantes de La Plata “El fútbol es así, no todos somos para un solo equipo. Muchas veces se da posibilidades y la cuestión económica te lleva a otros lugares. Hay que respetar la vida de cada uno y la trayectoria. Hay dirigentes que toman sus medidas, entonces, aparte de eso, ellos tienen que saber el capital que necesita el club para el año, las ventas y compras. Hoy en día no es fácil ser dirigentes de fútbol”, aseguró.
Así cómo le dicen a Leandro Díaz “El loco”, a Julio Barreto en su época como jugador, le decían “El Cirujano del gol” porque estudiaba medicina, mientras jugaba al fútbol “Luis Rey me puso el apodo, porque yo era como que me hacia el buenito, pero era un delincuente, entonces como estudiaba medicina, cuando saltaba y no cabeceaba, le daba en la cabeza al otro o directamente le daba con el codo. Cuando salían lastimados decían “bueno, chocó con el cirujano”, porque lo habría entero. Era muy duro, me enseñaron que cuando me peguen, no tenía que decir nada, solamente mirarle el número de la espalda. El técnico Carlos “Chamaco” Rodríguez me dijo “cuando te peguen, si no le devolvés dos veces, te sacó”. El junto a Roberto “Pipo” Ferreiro me formaron como número nueve”.
Pocas veces se vio jugadores que estudien una carrera y cumplan con su rol de futbolista a la vez. Barreto tras grandes sacrificios, pudo cumplir con su meta y hoy ser reconocido “Desde los 5 años, mi mamá tenía un cáncer que, gracias a Dios, aún vive con 81 años. Yo veía y la acompañaba cuando se le caía su cabello, ahí vi tantos delantales blancos y me decidí por esa carrera. Podría haber dejado a veces por otra cosa, pero ya llevaba en mí, el hecho de ser médico. Me costó mucho, no fue fácil terminar”.
En la actualidad, el doctor Barreto, desde su nueva función como director del hospital, no se olvida de dónde surgió y busca ayudar a todos en esta pandemia “Yo estaba cómo jefe de guardia nivel “A”, durante casi 20 años, donde no falte nunca y veía a todos los pacientes, tratándolos bien. Que me den un reconocimiento como director del hospital del área, es cómo decir “Dios mío”. Es un trabajo enorme, dónde todo es lucha. No tengo ego y siempre trato de bajarme. Lo que me toco se dio en un momento difícil, dónde tengo que ver si estoy a la altura. No puedo discriminar porque este contagiada la persona, me necesitan. Lo tengo que hacer porque me siento médico, debo ayudarles”, finalizó el “Cirujano”.
La misión de Julio Barreto siempre fue dar una mano, así sea dentro de una cancha cómo dentro de una sala de hospital. Siempre será conocido para todos como “El Cirujano”, aquel, que, sin importar las consecuencias, supo salir adelante.
