El sector hidrocarburífero y especialistas de cambio climático propusieron cambios al proyecto sobre presupuestos mínimos de emisiones de metano
Fue en el marco de un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados. El titular de la Comisión de Recursos Naturales recogió las sugerencias planteadas por los expositores a fin de avanzar en un dictamen “lo más pronto posible”.
En una tercera reunión informativa que se llevó a cabo este miércoles, un plenario de las comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano y de Energía y Combustibles de la Cámara baja recibió una nueva tanda de expertos que disertaron sobre el proyecto que propone presupuestos mínimos de protección ambiental de gestión de emisiones de metano en el sector de hidrocarburos.
Desde el Salón Delia Parodi, el puntano Carlos D’Alessandro (LLA) comentó que el encuentro fue solicitado por el autor del proyecto Martín Maquieyra (Pro) quien no pudo estar presente por el nacimiento de su primer hijo.
El primer expositor fue el licenciado en ciencias químicas y Gerente Laboratorio y Desarrollos de Meranol, Pablo La Venia, comentó que la empresa argentina está vigente desde 1942 que produce ácido sulfúrico para la industria nacional, químicos para la potabilización del agua y surfactantes.
“Como somos una empresa química estamos tratando hace unos años de migrar a ser lo más verde posible. Por eso tenemos productos de química intermedia que son productos que se utilizan para el cuidado personal o del hogar, petróleo y agro”, explicó y aclaró: “Si bien lo que realizamos no va a aplicar directamente contra evitar las emisiones de metano, si estamos trabajando y creemos que el espacio que debe tener la industria en nuestro caso es colaborar con el desarrollo de productos y tecnologías que ayudaran a la mitigación para cuidar el medio ambiente y mitigar el impacto que genera la actividad humana”.
La Venia informó que desarrollan parafinas sintéticas que reemplazan el uso del diésel en lo que es la perforación y fractura hidráulica. “Estas parafinas no contienen compuestos aromáticos y tampoco tienen azufre. La disposición tampoco genera emisiones de metano como si lo genera el uso del diésel”, aclaró.
El licenciado explayó: “Esto reemplaza al uso del diésel, con lo cual se podrías tener el diésel a otro uso. A su vez, tiene mayor rendimiento, con lo cual se debería utilizar menos y luego la degradación de este compuesto al ser una parafina sintética no va a generar metano y capaz no es tan aplicable en este momento, pero es estos fluidos de perforación son los que están aprobados para utilizarse por ejemplo en el Golfo de México en aguas profundas, ya que pueden ser los recortes pueden ser descartados al mar directamente con lo cual es una gran ventaja todo lo que la parte de biodegradabilidad de estos compuestos”
“En Argentina está aprobado eso y nosotros desde el 2022 hay empresas que lo usan que brindan servicios petroleros. Se utiliza en más de 20 países hace más de 20 años”, finalizó.
Luego fue el turno del licenciado Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol, resaltó que la iniciativa “va en el buen sentido y va a producir efectos ambientales rápidos y mensurables”.
Adam explicó que el bioetanol hoy en Argentina se mezcla con las naftas al 12%, mientras que el biodiesel está al 7%, aunque a veces está el tres o cuatro subutilizado en la Argentina. Así, comentó que el diputado Maquieyra trajo el proyecto a la mesa del Consejo Agroindustrial Argentino, que está conformado por 61 entidades que representan el 16% del PBI nacional, y “tuvo una muy buena recepción”.
En consecuencia, procedió a leer un comunicado que redactaron para la reunión: “Manifestamos el apoyo a que los sujetos obligados puedan generar créditos de compensación, créditos de metano para dar cumplimiento de sus obligaciones y que estos créditos puedan generar, mediante la financiación y desarrollo de proyectos de energía renovable, soluciones basadas a la naturaleza prioritariamente a partir de la restauración de ecosistemas degradados, deforestación evitada, reforestación con especies nativas, agricultura y ganadería regenerativa”.
Además, destacaron que “este tipo de herramientas propuestas en este proyecto ayudan a promover mejoras ambientales y fundamentalmente a promover la eficiencia ambiental de los sistemas productivos en nuestro país”.
También, instaron a los legisladores de las comisiones “para que se pueda estudiar e incorporar a la legislación argentina sistemas como el renovabio de Brasil. Es un sistema de bonos de carbono muy exitoso en Brasil que se podría replicar perfectamente en Argentina, el cual aplica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero en todo el sector hidrocarburífero compensando con créditos emisiones de carbono generado por los biocombustibles y renovables en general”.
“De esta manera se pone en contexto y valor los aportes medioambientales de los renovables promoviendo activamente avances en la transición energética. En resumen, nos encanta esta iniciativa y pensamos que se puede ampliar todos estos mecanismos y esperamos poder trabajar con ustedes para hacerlo”, finalizó el comunicado.
A continuación, disertó el ingeniero Daniel Rellan, presidente del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG) quien afirmó: “Es un momento clave que estamos pasando dentro de la industria del petróleo y del gas habida cuenta que, no solamente tenemos el don de tener Vaca Muerta que es una realidad total y absoluta, sino que estamos viendo el lanzamiento de proyectos nuevos vinculados a lo que es la cantidad de recursos que tiene Vaca Muerta”.
“Así es como tenemos las plantas de LNG que está planteando YPF en Rio Negro. También está el proyecto de Panamerican Energy con un barco que están trayendo para regasificar el gas de Vaca Muerta. Todo esto significa que la industria está siendo un motor de desarrollo fenomenal para el país habida cuenta de la necesidad que tiene Argentina de generar divisas y mejorar su situación socioeconómica”, destacó.
Sin embargo, manifestó que también “tiene su lado perjudicial. Hoy que estamos hablando de este tema de las emisiones de metano y cambio climático y la sustentabilidad. Obviamente todo este desarrollo está generando que las emisiones vayan en aumento”.
“Es importante decir que, en tema de emisiones, tenemos dentro del IAPG la Comisión de Emisiones de metano que está conformada por todas las operadoras transportistas y distribuidoras de gas de la Argentina. En esta comisión hemos tenido la oportunidad de poder evaluar distintos y diferentes proyectos que están apareciendo en el país respecto del manejo de las emisiones. Es así que hemos evaluado, a través de la comisión, en proyecto de la provincia del Chubut que ya ha salido como resolución. También hemos evaluado y nos encontramos trabajando en la reglamentación de la resolución 970 de la Secretaría de Energía con respecto a la medición de emisiones”, informó.
Rellan manifestó la necesidad de tener una reglamentación o normativa, pero propuso una serie de aspectos a tenerse en consideración para la nueva regulación.
En ese sentido, señaló que Argentina “no es un país que tenga una relevancia muy grande en el concierto internacional en cuanto a emisiones de metano de gases de efecto invernadero”, y precisó que está en el 0,7% de lo que es el total de las emisiones a nivel mundial y comparó: “Países como Estados Unidos, la Unión Europea, países de Asia que están cerca del 29% del total de las de las emisiones”.
Por ello, propuso que se tenga a consideración, a modo de integración, las diferentes iniciativas de regulación y las normativas y estrategias existentes a nivel nacional, subnacional y sectorial de manera de “eliminar la inconsistencia por diferentes requisitos objetivos a cumplir o presentaciones a realizar” para no tener “mayores costos en el pedido de información”.
También planteó que la normativa debe tener “flexibilidad para adaptarse al universo de operadoras, dado que tenemos operadoras de diferentes tamaños, complejidades de negocio, compromisos, caminos recorridos en la temática y etcétera”. Además, pidió pensar en “la globalidad, en la implementación, de manera de asegurar la inclusión de todas las operadoras y la incorporación de las mejores prácticas de manera sostenible en el tiempo”.
“Es muy importante que empecemos a hablar de lo que es intensidad de emisiones y no de emisiones per se. La intensidad de emisiones es fundamental que cualquier potencial iniciativo que promueva la reducción de emisiones lo haga en términos de intensidad, es decir emisiones por unidad de producto”, propuso.
En otro punto, también sugirió tener en consideración la gestión previa que se ha tenido de las distintas operadoras que actúan en la industria: “Tener en cuenta la gestión de emisiones ya realizada con anterioridad a la implementación de cualquier potencial norma, de manera de no penalizar a aquellas empresas que desarrollaron acciones de reducción de emisiones previamente y, por lo tanto, están más cerca del límite técnico de reducción”.
A su vez, solicitó considerar “las mejores prácticas que hay en la industria adaptadas a la realidad del país y de la región”, y que se tengan algunas definiciones en cuenta como por ejemplo las emisiones fugitivas: “Una liberación no intencional o esperada desde el punto de vista del diseño. Esto es fundamental en un equipo o instalación y no la debemos confundir con pequeños venteos de proceso que ciertos equipos requieren para su normal operación”.
Debemos utilizar tecnología apta para la detección sin limitar a un solo tipo ni a una aprobación previa por la autoridad de aplicación, lo cual sumaría burocracia al proceso y podría limitar los programas de reparación de pérdidas. Se debe permitir a las operadoras que realicen sus propias detecciones o, también, que no se nos imponga un consultor o un proveedor determinado. Es importante que toda reglamentación tenga incentivos en lugar de sanciones”, explayó.
Entre otros aspectos mencionó:
- Compensaciones de carácter nacional y no circunscripto a los límites de una provincia, ya que se corre el riesgo de no tener suficientes proyectos y con valores fuera de mercado.
- La reglamentación debería pedir cuantificar a las emisiones. Se debe cuantificar en lugar de medir aún en los estándares internacionales voluntarios más altos las mediciones se emplean solo para obtener factores de emisión propios y o conciliar el inventario calculado.
- No debería existir la imposición de consultoras y o proveedores mediante mecanismo de regulación. Las operadoras ya han llegado a un desarrollo suficientemente importante como para que tecnológicamente puedan decidir cuáles son los mejores elementos para poder confirmar y presentar los distintos registros.
“Argentina necesita rápidamente mejorar su situación socioeconómica y la industria de los hidrocarburos, con sus proyectos de desarrollo de Vaca Muerta, la actividad puede crecer de dos a tres veces y creo que eso se va a ir dando en un futuro cercano”, cerró.