En Córdoba se activó el Alerta Roja tras los incendios en las sierras
Superando los diez días de actividad para controlar los incendios forestales que se iniciaron sin saber aún si de modo natural o intencional, el cuerpo de bomberos y otros organismos no detienen su compromiso sobre la línea de fuego,
En estos momentos, el foco más grande está en Cruz del Eje. Aunque son entre ocho y diez los puntos de incendios activos, el control es parcial y los ocupantes de las viviendas de las zonas afectadas retornan paulatinamente a sus hogares.
Diego Concha, director de Defensa Civil, aseguro que se trabaja de manera continua con una flota de más de 500 personas en los distintos puntos.
El sector más preocupante es el departamento de Cruz del Eje, entre las localidades de Candelaria, Cruz de Caña, Cabeza de Novillo y la estancia Represa de Morales, en el noroeste provincial que limita con Catamarca y La Rioja.
Los otros focos activos están ubicados en la zona sur, en el departamento de Río Cuarto, en unas plantaciones de pinares entre Alpa Corral, Achiras y Lagunilla.
Se encuentran al frente del siniestro, ocho aviones hidratantes, mitad brindados por la Nación y el resto de la provincia, dos helicópteros y más de 500 bomberos entre vecinos voluntarios que colaboran con las tareas de rescate.
Tras el anuncio de Alerta Roja, se espera ayuda de provincias vecinas. Ya cuentan con la presencia de 65 brigadistas de la Nación y 27 de Santa Fe.
Entre las hipótesis que circulan sobre los motivos de este siniestro, el de mayor fuerza en las redes sociales, fue la de una maniobra inmobiliaria. En la que inician la quema de campos para luego venderlos con fines habitacionales. Desde el gabinete provincial cordobés, tampoco descartan el móvil intencional, pero sin colocar título al motivo.
Desde el equipo de Prensa Activa Digital, creemos fundamental las acciones solidarias para sofocar no sólo los incendios, sino también, llamar a la conciencia del bien común por sobre las necesidades económicas que pueden mover a un sector. Comprender que estos siniestros significan una pérdida masiva de flora y fauna en nuestra propia evolución, resulta necesario para promover acciones de cuidado.


