La secretaria general, que ya le había quitado el rango de ministro, ordenó su mudanza al último piso de la Casa Rosada. Lo quiere afuera del gobierno en 2025.

Karina Milei le ordenó a Eduardo Serenellini abandonar el amplio despacho que ocupaba en la planta baja de la Casa Rosada. El secretario de Prensa debió mudarse a una pequeña oficina del tercer piso. La secretaria General pretende aislarlo, aún más, del ecosistema libertario y empujarlo a renunciar a su cargo antes del relanzamiento del gobierno en 2025.

Según pudo saber Letra P, la decisión de la hermana del presidente Javier Milei se materializó en los primeros días de diciembre a través de una comunicación interna oficial, en la que le dieron un plazo de algunas semanas para que el funcionario se trasladara al último piso de Balcarce 50, lugar reservado para el personal del Estado, donde no es habitual que trabajen los integrantes del Gabinete.

Si bien la mudanza del funcionario es un hecho, todavía no fue definido quién ocupará el espacio que dejó vacío, con vista al ala norte de la sede de gobierno, por donde hacen su ingreso el Presidente y los principales integrantes de su equipo. Todo indica que quedará reservado para el vocero presidencial, Manuel Adorni, que al igual que su jefa política, mantiene una silenciosa interna con Serenellini.

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Karina Milei tiene bajo la lupa al secretario de Prensa

No es la primera vez que El Jefe le hace sentir a Serenellini su desprecio. De hecho, en la jura del canciller Gerardo Werthein los encargados de las tareas de ceremonial y protocolo habían sentado en la segunda fila de sillas a Adorni y Serenellini, pero una vez acomodados, Karina Milei pidió que fueran reubicados: el vocero pasó a la primera fila y el secretario de prensa, a la última. Notablemente ofuscado, el experiodista de La Nación+ se levantó y se fue.

Karina Milei tiene bajo la lupa al secretario de Prensa

No es la primera vez que El Jefe le hace sentir a Serenellini su desprecio. De hecho, en la jura del canciller Gerardo Werthein los encargados de las tareas de ceremonial y protocolo habían sentado en la segunda fila de sillas a Adorni y Serenellini, pero una vez acomodados, Karina Milei pidió que fueran reubicados: el vocero pasó a la primera fila y el secretario de prensa, a la última. Notablemente ofuscado, el experiodista de La Nación+ se levantó y se fue.

A pesar del destrato y del poder que ejerce la hermana presidencial, que ha puesto y sacado otros miembros del staff libertario, es una incógnita en la Casa Rosada la razón que mantiene a Serenellini al frente de la Secretaría de Prensa. Hay quienes lo atribuyen a la amistad que alguna vez tuvo con Milei, a quien conoció en los sets de televisión; mientras que otros lo asignan a que Karina Milei espera que acate sus deseos y ponga a disposición su renuncia