La batalla verdadera es no perder la esperanza

A fines de la primera semana de diciembre, cuatro periodistas de Prensa Activa Digital contrajimos, esto es, nos contagiamos, de Covid 19.

En desiguales grados de padecimiento de esta extraña peste, cada uno la vivió en reclusión y aislamiento domiciliario sin que haya sido necesaria la internación en ninguno de los casos. Y así Miranda y Sandra Clemente (una de nuestras editoras), la propia directora de la publicación María José Rodríguez y quien escribe estas líneas, Ricardo Gómez Madrid, padecimos el temido mal del 2020 que además involucró a familiares cercanos aumentando nuestro dolor y preocupación.

Ya casi llega la Nochebuena, no pretendemos agregar otro testimonio distintivo más, ni una suma de alegatos, invocaciones ni fundamentos a favor de las campañas preventivas o las medidas de prevención, cada uno conoce la eficacia de su compromiso y responsabilidad social, sin embargo, debemos compartirles que en ese amable encuentro de trabajo, estuvimos dentro del numero exigido en cantidad, sentados a más de un metro 30 cm de distancia entre cada uno, y al aire libre, lo que nos da una muestra más de lo que no sabemos sobre este extraño padecimiento, altamente contagioso, extrañamente parsimonioso y sediciosamente  rebelde.

Prensa Activa Digital es un medio joven y pujante, que nació con buena estrella y colmado de amigos, y tanto Gustavo Varela y Mercedes Wentzel desde los Estados Unidos; Verónica Álvarez Costas, Mariela Reche, Honoria Zelaya de Nader, Néstor Martín, Paula García, Lidia Linares, Diego Neffa, Daniel Fernández, Adrián Bautista, José Vecce, y Lucas Lizárraga y todos nuestros colaboradores siempre atentos y dispuestos, ayudaron a sostener la publicación, para que usted, que nos ha confiado este placentero compromiso de mantenerlo informado, reciba con regularidad el material de nuestro diario. Mientras no era fácil para unos superar las dolencias, tampoco lo era para los otros sostener nuestro espacio. Pero aquí estamos, firmes, y con renovadas esperanzas y ganas para seguir en la lucha, y con el perdurable impulso de que este proyecto sea paradigma de calidad y referencia informativa.

Finalmente, y a título personal, y en nombre de todo cuanto hemos sufrido en este lapso de enfermedad y destierro simbólico, querría invitarlos a que se cuiden; que sigan las instrucciones de distancia social y de aislamientos preventivos porque creo que sabemos muy poco y nada de esta dolencia y no tiene sentido correr riesgos.

Basta de pretextos, no hablemos de salud psíquica por solo no ir a tomar un café o un encuentro de amigos, por lo menos no lo hablen con alguien como yo, que sintió de cerca que podía irse de verdad, y habiendo tomado todas las precauciones.

Cuando aparece la posibilidad del adiós definitivo cerca, se puede sentir cómo la fuerza física que te sostiene a diario, a diario te va abandonando, no importa cuan fuerte o cuan joven se sea; poco afecta lo entusiasta o positivo que puedas ser en tu vida porque la mente, la psiquis -tan obstinadamente sedienta de cafés y bares- te va abandonando; no interesa lo dinámico y afanoso que sea tu corazón, porque va renunciando y tu gentileza y tu pureza toman distancia en el recuerdo de los demás y en la importancia de tus actos cotidianos. Y, sobre todo, sientes que pierdes la capacidad de incorporar el aire que da soporte a tu savia y preservar oxigenada la vida. Gracias a Dios pudimos superarlo, pero todos los tucumanos tenemos un pariente o un amigo que no pudo y ahora más que nunca sé por lo que pasó y cuánto sufrió.

Y sin embargo es Nochebuena, es el momento de alegrarnos, de sincerar el pesebre interno, de acunar esperanzas y mecerlas en brazos golpeados, pero aún firmes, de dejarnos guiar por una estrella, la de la bonhomía estaría bien, dejar que esa luz se refleje en nuestras facciones (somos un espejo), y regalarnos, si, regalarnos todo el amor por la familia, los amigos y los parientes que tengamos. De eso no hay que tener miedo porque solo multiplica y genera la salud que ansiamos.

Feliz Nochebuena 2020 –Prensa Activa Digital–