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La ferocidad fue tan fuerte como la barbarie

Hoy fue un día oscuro para la comunidad tucumana. En un hecho violento y sumamente confuso, está confirmado el fallecimiento de una persona que podría ser José «Culón» Guaimás, el principal sospechoso por la violación y muerte de Abigail Riquel, una nena  de solo de 9 años de edad cuya desaparición mantuvo en vilo a la provincia, hasta que fue encontrado su cuerpo sin vida.

La captura de este sujeto sospechoso, recordemos que se buscaba a Guaimás, se produjo hoy, en horas de la tarde, cerca del barrio Elena White, en los alrededores de El Manantial, y las imágenes que llegaron a los redactores y periodistas de Prensa Activa Digital, fueron tan perturbadoras, que hicieron temblar a los más duros. 

Según se desprende de la información suministrada por los propios vecinos, un grupo de personas detectó al sujeto antes de que llegara la policía al lugar y decidieron golpearlo entre todos los que estaban presentes, hasta que lo mataron. El hecho habría ocurrido alrededor de las 19 cuando lo detectaron y comenzaron a su linchamiento.

“Se encontró al sospechoso en unos cañaverales en la zona de El Manantial en donde se estaba haciendo un Operativo. Esta persona fue alcanzada por un grupo de civiles que estaba en el lugar, y tomaron justicia por mano propia, tal como pudo constatar la prensa que se encontraba en el lugar filmando el operativo. Costó bastante recuperar el cuerpo y traerlo hasta este lugar” informó a la prensa comisario mayor Ricardo Fresneda, jefe de la Unidad Regional Capital.

Ante la pregunta de si el sujeto habría fallecido en ese mismo sitio, el comisario respondió: “No presentaba signos vitales, pero ante tal turba de gente, era imposible confirmar el estado de esa persona. Lo que hicimos fue tratar de proteger el cuerpo de este hombre para evitar que fuera quemado que es lo que quería y manifestaba la gente” especificó

“Corresponde a la Policía Científica realizar la identificación del cuerpo. Nosotros no podemos hacerlo, ojalá sea Guaimaz y no se haya asesinado a alguien equivocado, había alrededor de 500 personas en el lugar y era muy difícil controlar la situación”, con lo cual el funcionario dio a entender que ni siquiera hubo tiempo de constatar si el sujeto está, efectivamente, muerto.

Se aguarda los partes oficiales. La barbarie, esta vez, le ganó a la infamia.

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