La inflación de junio tiende a la baja, según consultores
Con menos ajustes de tarifas y alza menor en alimentos, las consultoras revisaron sus números y la ubican entre 6,6% y 7,1%; creen que en lo que resta del año no bajaría del 7% mensual.
Con el fin de mes, distintas consultoras privadas corrigieron a la baja sus proyecciones de inflación de junio y ahora estiman que se ubicará entre 6,6% y 7,1%, es decir que se desaceleraría por segundo mes consecutivo, porque los precios estacionales bajaron, casi no hubo subas de precios regulados (sobre todo, las tarifas) y los alimentos volvieron a aumentar menos que el promedio. Más allá de esto, para lo que resta del año esperan que la inflación mensual tenga un piso del 7% por el nivel de emisión monetaria y las posibles tensiones cambiarias de cara a las elecciones.
En el caso de C&T Asesores Económicos, el relevamiento de precios minoristas para la región del GBA cerró en 6,7% (a mediados de mes hablaban de una inflación en torno al 7%) y la variación de 12 meses trepó a 121,8%. Según la consultora, la moderación fue generalizada en los rubros, aunque fueron particularmente relevantes las de vivienda y alimentos y bebidas.
Vivienda, que había aumentado 11,8% en mayo, subió 7,7% en junio, según la consultora. Dos factores se combinaron: el mes anterior hubo incrementos de electricidad y gas, mientras que en junio solo hubo de electricidad, y no hubo ajuste en los salarios de los encargados de edificios.
En alimentos y bebidas, el rubro de mayor peso, hubo una desaceleración significativa en la primera quincena del mes, de la mano de la baja de las verduras y el menor incremento de las carnes. Así, el rubro creció 5,2% en el mes frente al 8,4% de mayo. Más allá de esto, resaltaron que en la tercera semana del mes los alimentos y bebidas treparon fuertemente, para luego moderase en la última semana.
Por su parte, la Fundación Libertad y Progreso informó que en junio el IPC-LyP mostró un aumento del 6,8% mensual (antes preveían una inflación del 7,3%), mientras que la variación interanual ascendió a 117,3%. A pesar de lo anterior, dijeron que esto no necesariamente significa una desaceleración persistente en la inflación. “En el segundo trimestre del año la estacionalidad de precios juega a favor, por lo que el IPC suele registrar variaciones mensuales inferiores a la de marzo. Que el índice de precios de junio sea inferior al de mayo está dentro de lo esperable manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente”, explicaron.
Según esta medición, el rubro alimentos y bebidas quedó por debajo del índice general, aumentando 6,2%, y siguió una tendencia a la baja. No obstante, se destacaron fuertes aceleraciones en los servicios: medicina (10,1%) y transporte (7,2%), ambos con incidencias de 0,9 puntos porcentuales sobre el promedio general.
Por otro lado, Analytica corrigió su estimación mensual del 7,5% al 7,1% y LCG estima un 6,7% para el nivel general, mientras que alimentos quedaría en 5,6%.
Por último, EcoGo prevé que la inflación del mes cerraría en 6,6% (antes esperaba 7%) porque los precios estacionales fueron más bajos que el mes pasado (las frutas influyeron particularmente porque tuvieron una caída por el ingreso de la cosecha nueva de cítricos), en regulados no hubo casi subas (a diferencia de mayo) y los valores de la carne siguen contenidos por el exceso de oferta. “Hay que ver esto cuánto tiempo persiste, pero generó esta baja en la inflación del 6,6% y en alimentos, en 7,5%. Lo otro que hay que decir es que, si uno excluye todos estos factores, en verdad la inflación núcleo, que excluye regulados y estacionales y sin carne, siguió creciendo al 8%, o sea que hay un nivel de aumento de otros precios distintos que sigue siendo bastante elevado”, detalló Sebastián Menescaldi, director de EcoGo.
Panorama
Para julio, en tanto, estimó que la inflación sería como mínimo del 7,2% por cuestiones estacionales, y a futuro dijo que el piso de inflación estaría entre 7,5% y 8%, con alto riesgo de un fogonazo por un evento cambiario entre las primarias y las elecciones de octubre.
Por su parte, Libertad y Progreso coincidió en que en julio la inflación mostraría una nueva aceleración, no solo por la propia estacionalidad del mes, sino también por un nuevo ajuste en los precios regulados que tendrá incorporado el aumento del transporte público, combustibles, prepagas y educación, entre otros.
Más allá de esto, Santiago Casas, economista de la consultora, indicó que con la política monetaria actual es imposible que la inflación interanual baje. “Hace rato que la emisión no es solamente un problema porque financia al Tesoro; también financia la deuda remunerada del Banco Central. El sendero de inflación hoy está dado, como mínimo, por la emisión monetaria necesaria para pagar los intereses de las Leliq y los pases. Si calculamos el promedio ponderado de las tasas de interés efectivas anuales que rinden estos instrumentos, el número nos da 152,7%. Con lo cual, sin reformas estructurales ni cambios abruptos en la demanda de dinero, hoy la foto nos dice que la inflación anual convergería a este valor”.