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La Sodería, un emblema cultural tucumano, resiste y se reinventa

Antes que nada, La Sodería -Casa de Teatro- es una realidad, una maravillosa realidad desde hace casi 25 años, en el corazón mismo de la populosa villa 9 de julio.

Mientras la mayoría de las salas se han emplazado en la zona céntrica, La Sodería es el alma cultural de Villa 9 de Julio lo que deja en claro que, son los grupos independientes los verdaderos precursores a la hora de develar la importancia, en realidad, la premura, que tiene el deber de ocupar esos espacios, mayormente olvidados o vacíos.

La Sodería, como espacio cultural independiente, es un verdadero emblema en una plaza social que aún aprende a valorar lo que significa tener, como parte del patrimonio, una empresa cultural capaz de autogestión y ser, a la vez, una insignia de resistencia cultural que, durante casi un cuarto de siglo, con tenacidad y entereza sostiene un centro cultural independiente. Es más que un teatro. Bastante más. Es un lugar donde la cultura es bienvenida y en donde las expresiones del arte han encontrado un hogar.

Durante los tiempos de Pandemia y Cuarentena, obviamente, la sala estuvo cerrada, y fue el momento elegido por el grupo que la sostiene integrado por Fernanda Córdoba, Yésika Migliori y Teresita Guardia, quien dialogó con Prensa Activa Digital como portavoz permanente del grupo, para realizar un arreglo general en el edificio que, con urgencia, debe volver a abrir sus puertas.

”Se hizo una revisión de las instalaciones en general de agua fría, gas natural, eléctrica y desagües pluviales en donde se detectaron algunas deficiencias por lo que se realizaron re instalaciones completas. En cuanto a instalación eléctrica se realizó una instalación nueva para los exteriores, sala de danza, baños y galerías, diseñando nuevos circuitos totalmente independientes tanto para luces nuevas en sala de danza, como también para las luces exteriores; Se realizo todo un diseño de iluminación nueva exterior con farolas, siguiendo la línea estética del casa de Teatro, en el sector de medianeras y puntualmente sobre sector de la galería, para poder hacer uso de espacio nocturno” explicó la teatrista integrante del grupo propietario de la sala.

“En el baño se realizó nueva instalación eléctrica, colocando una luz central con una lámpara colgante de chapa oxidada, para seguir con la impronta del lugar. Se colocó un espejo iluminado que incorpora un toque de modernidad al espacio, con la función de poder dejar prendida la luz, sin entorpecer en horas de funciones dentro de la sala principal y así pudiendo hacer uso del sanitario sin tener que usar la luz central”, explicó la artista, puntualizado que además se realizaron importantes refacciones en área de los desagües pluviales y en la instalación de gas.

Sin embargo, se habla demasiado desde los espacios oficiales, y lo cierto es que la sala no trabaja desde el mes de marzo.

“Ahora estamos en la decisión de desobediencia civil ante la anomia e incomprensión de las autoridades en dar respuesta a la situación por la que pasamos los grupos de teatro independiente. Comenzamos actividad con:

«El hervidero»

12/12 Teatro:

«Experiencia matadero«

Dirección: Leandro Ortega

19/12 Peña Afro:

 Fal Madiir Dieng y Gin Legüero.”

Debe destacarse especialmente que el sostén de estos espacios culturales demanda una tarea faraónica, que no pueden sustentarse mientras sigan cerrados, por esa razón es que esta sala, ya en pleno verano, ha habilitado espacios al aire libre en los que se puede, preservando las normas de prevención y cuidado, realizar actividades culturales.

“El cierre de los espacios fue muy difícil de sostener por los costos fijos de mantenimiento del espacio, más el lucro cesante del equipo gestor. Pero es absolutamente entendible que es necesario preservar la salud de todes. Y si en diciembre reabrimos es porque garantizamos distanciamiento, sanitización y trazabilidad, cosa que, por ejemplo, los bares, no garantizan” explicó.

“Debido a la ausencia de respuestas a todos los protocolos presentados desde el mes de junio para clases, ensayos y funciones teatrales ante distintos miembros del COE, del municipio doctor Carlos Ale, la ministra de Gobierno y Justicia Carolina Vargas Aignasse que nos atendieron amablemente en sus despachos, pero sin respuesta alguna. Incluso presentamos una nota Cte. Maley presidente del COE, que tampoco nos respondió. En ese marco encaramos también la larga lucha por una Ley de Emergencia Cultural presentada con manifestación artística pública en la Legislatura y ante el presidente del Ente de Cultura”, explicó.

“Y nada… pero nada, tuvo respuesta alguna. Mientras los bares y los gimnasios están habilitados para trabajar, las salas de teatro independiente, que brindamos y sostenemos un patrimonio cultural tangible e intangible en nuestra provincia, que son faro y orgullo del NOA, nos vemos arrinconadas, y algunas a punto de cerrar, sin hablar del lucro cesante de los gestores y técnicos de estos espacios. Por lo cual, ante esta anomia, hemos tomado la decisión de trabajar con protocolo. sanitización. distanciamiento y trazabilidad al aire libre en Desobediencia Civil y Responsable”.

Este grupo, como muchos otros, están escribiendo las páginas de historia del teatro tucumano, mientras se reinventan y renacen a diario, superando no solo la peste, sino la indiferencia oficial.

Durante 2020 La Sodería no bajó los brazos porque la sociedad tampoco lo hizo, hoy, mientras todo vuelve a la normalidad con cuidados, la cultura hace lo propio, también con cuidados.

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