Mencionan a Manzur en la trama del lobby por la vacuna

No es la primera vez que el Gobernador Juan Manzur está sindicado detrás de los negocios que involucran al negocio de los grandes Laboratorios medicinales con el Estado (sobre todo en las vacunas) y ahora su nombre volvió al ruedo en la trama del lobby que habría actuado para beneficiar al laboratorio que se encargará de fabricar la vacuna contra el COVID 19 en nuestro País.

En un artículos que escribe en el diario La Nación la periodista Laura Di Marco describe que detrás de la producción de la vacuna hay tres protagonistas que están muy vinculados a la política y a este gobierno. Uno es Juan Manzur, médico, gobernador de Tucumán y ahora tratando de recuperar el rol de principal aliado de Alberto Fernández, que perdió el mismo día de su asunción cuando trató de que todo pedido de los gobernadores a Fernández se hiciera por su intermedio. Fue ministro de Salud de Cristina Kirchner y está muy conectado con el empresario productor de la vacuna, Hugo Sigman.

Sobre este punto se destaca que la conexión se narra pormenorizadamente en el libro A su Salud que escribieron los periodistas y que precisamente le dedican un capítulo completo a Hugo Sigman, empresario aportante en la campaña de Alberto Fernandez.

Por supuesto en los análisis sobre la situación de Manzur no escapó a la mirada de todos su presencia en Buenos Aires justamente ese día (Oficialmente tenía una reunión con el Ministro de Obras Publicas Gabriel Katopodis).

La periodista además profundiza que es el ministro Ginés González García que en 2003, hace unos 17 años, es quien lo mete a Manzur en la política. El punto álgido para la trama gira en torno a que En 2010, ocurrió una trama muy similar a la actual con la gripe A: Cristina Kirchner anunciaba la producción de la vacuna en la Argentina y como en esa oportunidad el laboratorio que se benefició con la producción de la vacuna por la gripe A fue el Grupo Insud, de Sigman, en un convenio muy parecido con un laboratorio extranjero.

Pero en este punto las miradas vuelven a posarse sobre Juan Manzur ya que era el Ministro de Salud de la Nación, y ya para nadie pasa desapercibido que todos los nombres que se repiten.

El actual gobernador de Tucumán había sucedido a Graciela Ocaña, que se va del gobierno en 2009. De acuerdo a este convenio el gobierno argentino se comprometía a comprar entre 10 y 12 millones de dosis de vacuna para la gripe «A».

La periodista en su artículo anticipa que la diputada Graciela Ocaña tiene previsto hacer un pedido de informes porque la mitad de esas dosis nunca llegaron a la gente y no se sabe dónde están. Y ahora previene que hay que estar muy atentos y vigilar la comercialización de esta nueva vacuna. La trama también llega hasta a las medidas de detección porque cuando arrancó la pandemia Barrick le donó al Gobierno unos 200 mil kits de testeos que le compró al grupo Insud.

Otro dato que no pone colorado a nadie en el Gobierno Nacional  es que cuando se discutió la Ley de Vacunas se dispuso la obligatoriedad de tener todo el calendario de vacunas al día para poder acceder al registro automotor. No hace falta ser muy sagaz para darse cuenta a qué sector o empresas beneficiará esta ley.

Sigman saltó a los diarios en 2016, cuando sus empresas quedaron envueltas en una polémica por la importación de efedrina. La efedrina y pseudoefedrina son usadas para muchos antigripales, pero también como precursores para drogas sintéticas, como las metanfetaminas.

Sobre Juan Manzur y su relación con los Laboratorios medicinales aún resuena la sesión legislativa del 10 de Junio de 2020 donde se beneficiaba a la Droguería Suiza con la eliminación de impuestos como recompensa por invertir 400 millones de pesos en un centro de Distribución de sus productos para el NOA. Pero el  beneficio significarán casi 1.200 millones de pesos en regalías impositivas lo que fue cuestionado por todo el arco opositor pero donde la obediencia debida pudo más y salió a los empujones la Ley 9258.  La norma exime a la Drogueria del impuesto sobre Ingresos Brutos por 5 años y salió a su nombre mientres el resto de las Droguerias asentadas en Tucumán expresaban su rechazo a la medida por el consecuente perjuicio que les ocasionaba al generar una asimetría en las Licitaciones. Obvio cuando se presentaran en cualquier compulsa de precios siempre tendrían la balanza inclinada porque la competencia tendría ese impuesto en contra. Ocurre que en Tucumán para el sector salud se corre con la duplicación del gravamen porque el agente de retensión se cobra  en nombre del Estado y luego el Banco también recoge automáticamente ese gravamen.

De todas manera a Juan Manzur para justificar sus millones, le persigue la historia de haber trabajado sólo en la función pública sin poder recurrir siquiera a alguna abuela que le dejara una cuantiosa fortuna. Según los autores de A Su Salud, ese enriquecimiento vertiginoso responde a una carrera política igualmente meteórica: llegó al gabinete de José Alperovich como suplente y cuatro años más tarde terminó convirtiéndose en el compañero de fórmula del gobernador para la reelección. Su estrategia controvertida para superar el brote de desnutrición infantil que había estallado en Tucumán durante la crisis de 2001 lo catapultó al equipo de la presidenta Fernández de Kirchner.

En el libro A SU SALUD escrito por los periodistas tucumanos Irene Benito, Fernando Stanich e Indalecio Sánchez se describe que en 2009 llega a la Casa Rosada con la misión de controlar una hasta entonces desbocada epidemia de gripe A. Pese a la distancia, se afianzó como delfín de Alperovich y hoy es su candidato para retener la gobernación de Tucumán en las próximas elecciones.

Sin descuidar las relaciones políticas en el terruño, “El Mocho” –como le dicen los que lo conocen de la juventud “Juancito” –como gusta nombrarlo Cristina, consolidó su fortuna, cuando estuvo al frente del Ministerio de Salud de la Nación.

Los autores señalan que la metodología de negocios “K” consistente en provocar la quiebra de empresas con dificultades financieras para, luego, transferirlas a los “amigos”, lo favoreció: una de sus inversiones más polémicas es la adquisición de la aceitera Nucete, cuyos anteriores propietarios fueron asfixiados por el Estado. Sus declaraciones juradas laberínticas, con aumentos patrimoniales dignos de un as financiero, le acarrearon denuncias judiciales por supuesto enriquecimiento ilícito.La mirada de los periodistas se puso sobra el ex apoderado del PJ y en su rol de magistrado donde Daniel Bejas, el mismo juez federal tucumano que se negó a indagar a César Milani mientras era jefe del Ejército, lo sobreseyó sin siquiera requerirle la justificación de los incrementos más que apreciables o una explicación respecto de las innumerables inconsistencias que surgen de las manifestaciones de bienes.

Ese sobreseimiento recibió el visto bueno de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán: el alivio llegó justo a tiempo para liberar a Manzur de la carga de hacer campaña con una acusación de corrupción en trámite”.