NacionalesPolíticaPortada

Milei “no la vio venir”: entre el desgaste interno y la apuesta internacional

Tras un inicio disruptivo en la política argentina, Javier Milei enfrenta una creciente pérdida de control económico y político. Mientras busca respaldo en Estados Unidos, su gestión sufre el desgaste de alianzas rotas, recesión y escándalos que erosionan su imagen y capacidad de maniobra.

Javier Milei irrumpió abruptamente en la política como un economista que lograba controlar el monstruo del gasto fiscal, domaba a los políticos de la casta y prometía “terminar con el kirchnerismo”. Pero, luego de un fugaz éxito, este año estallaron los consensos construidos, perdió el control de la economía y en su entorno aparecieron casos sospechosos de corrupción.

Llama poderosamente la atención, en sectores políticos y del establishment, la inercia del jefe de Estado cuando “las papas queman” y ya no hay viento a favor en el frente interno.

Entretanto, Milei juega su suerte al viento que viene desde los Estados Unidos: su ministro de Economía, Luis Caputo, está en Washington negociando el paquete económico de ayuda, aunque por ahora lo único firme es que el rescate será a través de un swap para evitar la posibilidad de un nuevo default de Argentina.

Y el 14 de octubre —12 días antes de las trascendentales elecciones legislativas— el presidente tendrá su ansiado encuentro con su par de Estados Unidos, Donald Trump, en el Salón Oval de la Casa Blanca, donde se sellarán los términos del relanzamiento de esta alianza de dos años.

Pero ese frente internacional de apoyo —habrá que ver el costo para el país— se ve opacado por la sumatoria de desaciertos políticos y económicos del jefe de Estado.

Tras ganar la elección presidencial en 2023, Milei se jactaba de que casi nadie en la política lo había imaginado. “No la vieron venir”, repetía como latiguillo, exultante.

Fue lo que le pasó —y le pasa— este año al propio Milei.

En febrero empezó a caer la economía y actualmente el país está en recesión. Entre abril y septiembre ya hubo dos corridas cambiarias que originaron el salvataje del Fondo Monetario Internacional y ahora del gobierno de los Estados Unidos.

Paralelamente, rompió lanzas con gran parte de los mandatarios provinciales aliados, especialmente del Pro y peronistas dialoguistas, al cortarles el auxilio económico de los ATN.

Ese fue un error significativo que motivó el nacimiento de Provincias Unidas, conformado por los gobernadores radicales Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), el peronista Martín Llaryora (Córdoba) y el dirigente del Pro Ignacio Torres (Chubut).

Esos gobernadores y otros dejaron de darle apoyo a Milei en el Congreso, e imprevistamente se formó una oposición enorme en el Parlamento que le puso coto a varias decisiones presidenciales, como el recorte de fondos en áreas sensibles como discapacidad, universidades y médicos del Garrahan, entre otros temas.

La inédita colisión entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo está latente, y el miércoles intentarán recortarle a Milei facultades discrecionales que le otorgan los DNU, una norma diseñada a medida nada menos que por la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner.

Y el martes, el presidente retomará la campaña electoral en Mar del Plata, junto al ungido primer candidato de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, para intentar dejar atrás todo el jaleo desatado por las idas y vueltas de Espert y sus extraños vínculos con Fred Machado, investigado por narcotráfico en Estados Unidos.

Deja un comentario