«Mis límites, tu libertad». Porque te quiero te digo no
“Siembren en los niños ideas buenas,aunque no las entiendan…
Los años se encargaran de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón” Maria Montessori
Clara¿Y si jugamos a las escondidas?
Agustin: Si,juguemos.
Clara -Pero hay unas cosas que no se pueden hacer y otras que sí, para poder jugar bien.
Agustín: y no se puede espiar
Clara: también al que no lo descubren se debe hacer piedra libre aquí
Agustín: entonces contemos hasta 20
¡A jugar !
Asi es como estos niños, acuerdan sus normas de juego, necesarias para esconderse y comenzar a jugar.
En estos tiempos, el reto de educar a nuestros hijos,se nos hace difícil, son esos pequeños, quienes están invadidos por la tecnología y atravesados por una pantalla.Frente a este escenario, los adultos nos sentimos desconcertados, ante esta nueva manera de ser, de jugar, de aprender .
La palabra «límite» viene del latín limes, cuyo genitivo es limits (frontera, borde). Originalmente se refería a un sendero que separaba una propiedad de otra. Así «pasarse del límite» sería entrar en propiedad ajena:
El límite es esa conducta esperada, es contener y es abrazar. El abrazo, que nos envuelve, que nos hace sentirnos cerca.
Hablar de límites es pautar, pero ¿quien? ¿Como? ¿Cuando ? Nosotros los papás, debemos asumir ese desafío y tomar decisiones, para promover el crecimiento saludable de nuestros hijos. La ecuación seria ,un niño contenido por las normas sera un adulto seguro, satisfecho,consciente y responsable de su conducta.
Las normas que rigen en casa, marcan un camino de lo que se puede, y de lo que no. Estos principios, comunicados, consensuados, explicitados y sobre manera demostrados con ejemplos , brindan seguridad. No es darles todo para que sean felices, es darles lo que necesitan.
¿Es necesario poner en palabras, hacer explícitas las pautas de comportamiento? ¿Debo castigar? ¿Si no hace caso, tengo que gritar? ¿Lo estaré haciendo bien ?
Estas, son algunas preocupaciones que como papás, nos preguntamos cotidianamente.
La culpa, esa sensación tan vacía, que nos pesa: No carguemos en la espalda esa sensación, nos abracemos con ella, para entendernos y aceptarnos, solo así se ilumina un camino.
Nuestro rol como padres , como autoridad, podemos decir que se construye, son esas decisiones que van forjándose, a esa manera tan individual y única de vincularnos con nuestros niños. Ellos, también aprenden a ser hijos, exclusivos, singulares, extraordinarios,porque comunicarnos, vincularnos, amarnos, es el acto que nos hace humanos.
En el mundo actual , donde el niño es bombardeado de información y de estímulos, en el que la cultura de lo fácil , del mínimo esfuerzo resultan ser el camino al éxito, es ahí , donde debemos posicionarnos con firmeza, los si, los no, y sus consecuencias. Contrariamente a lo que pensamos que limitar es castigar, es coartar, aquí precisamente hablo de lo lindo , lo alegre, y lo divertido . Poder ejercer nuestra autoridad de una manera sana, jugar con los niños, hablar de sus cosas, interesarnos por ellos, comprender sus emociones, pareciese ser la receta para la eficacia . Justamente el no, pisa fuerte cuando el sí y el estoy con vos, se instauran.
No hay un niño difícil, hay una educación adecuada o no para él . Los adultos tenemos nuestra huella digital , esta que nos distingue, que es lo maravilloso del ser humano, ser distintos y excepcionales ,así también son nuestros hijos, con esto refiero a que cada uno de ellos, requiere una atención, afecto, ternura, y límites necesarios y adaptados a su ser.
Cuando hablamos de recetas, son esos ingredientes que mezclamos y que hacen el producto, entonces a modo de preparación de un pastel, les dejo estas sugerencias, para ustedes papás , preparen y cocinen, a su gusto, con su toque personal.
Poner límites a nuestros niños es :
*Ser claros, no dar mensajes ambiguos en lo que comunicamos
*Marcales los que se espera de ellos, con frases positivas . En lugar de “no te pares de la silla ” sería “Permanece sentado”
*Jugar con ellos, dedicarles tiempos. Eso es lo más valioso que podemos brindarles
*Ponernos a su altura, física, así sentirán la proximidad
*Mirarlos y decirles que nos miren , el contacto visual es un condimento para la conexión emocional, necesaria e ineludible.
* Mostrar las consecuencias de sus actos, acordes a lo que hizo y a la edad del niño. Aquí apelo al sentido común de los adultos .
*Hablarles, preguntarles de sus gustos, de sus miedos, de sus alegrías, comunicarnos.
Si ponemos en pausa una película, se congela la imagen , nos permite ver con más claridad lo que está sucediendo , para luego poner play y disfrutar, desde un lugar más completo. Asi debería pasarnos, poner pausa, congelar la imagen, preguntarnos y re-preguntarnos, ¿estamos siendo justos con las normas en casa?¿las pautas están claras? ¿Tengo comunicación con mis hijos ?
Porque brindarles normas claras, justas, precisas, es darles libertad.Si nuestros hijos conocen lo que esperamos de ellos, los hacemos libres .
Y para ir cerrando les propongo algo sencillo y hasta divertido, sentarse con su hijo, hacer un listado de los sí y los no,de lo que se puede y no se puede hacer en casa, veamos que dicen ellos, que piensan de lo no aceptable ¿Lo sabrán?
Sólo cuando podamos jugar en la línea de la firmeza y lo flexible, podremos dejar que ellos manifiesten lo que piensan ,qué normas creen que rigen, de ahí seguramente surgirá algo de esto, como un manifiesto del niño.
Artículo elaborado por: María Cecilia Lozano (psicopedagoga- asesora pedagógica de escuela pública)
ceciliamarialozano@gmail.com