Motosierra en ARCA: gremio otorga súper bono, por bajos sueldos estatales
Hace diez años, casi todos los profesionales de las ciencias económicas rogaban por trabajar en la ex AFIP, hoy ARCA, por los sueldos y premios que recibían los trabajadores impositivos encargados de sostener la demanda de un exigente Estado.
Si bien, ser recaudador de impuestos es un rubro de la economía social poco querido por el resto de los agentes económicos por los férreos controles a los que son sometidos los contribuyentes, representan el primer eslabón de una cadena de recaudación que asegura el funcionamiento con recursos genuinos de todas las oficinas del Estado.
Empleados de ARCA reciben un súper bono, tras reclamo del gremio
Sin recaudación impositiva y sin contribuyentes no hay Estado y, por ende, no hay hospitales, ni universidades, ni escuelas, ni fuerzas de seguridad y un largo etcétera que se sostienen con magros presupuestos. En la actualidad, todos los sectores estatales han sido puestos a prueba por el lema que impera en la administración Milei: «No hay plata».
Solo la hay para sostener los planes sociales y aumentarlos por encima de la inflación para que la Argentina no se convierta en un polvorín social pero el resto de las dependencias estatales, que suelen ser utilizadas por la cada vez más menguante clase media argentina, sufren los efectos de la «motosierra» que poda oficinas y puestos laborales y por la consigna de «nada a nadie» que rige en la Casa Rosada.


