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Murió Segundo, papá de Carlos Tevez

Segundo, papá del ídolo del Xeneize, falleció luego de haber atravesado delicados problemas de salud. El Apache deja la concentración en Rosario para volver a Buenos Aires.

El papá adoptivo de Carlitos había sido intervenido quirúrgicamente del cuello a mediados de febrero de 2020 y habría contraído coronavirus en un examen médico más adelante. Presentaba un cuadro de neumonía, diabetes y Covid-19: estuvo en terapia intensiva durante 45 días hasta que fue dado de alta el 4 de septiembre de 2020, aunque luego volvió a ser internado y llegó a estar conectado a un respirador artificial.

Carlos Tevez era una fija en Boca para enfrentar a Newell’s por la segunda fecha de la Copa LPF. Sin embargo, tras la muerte de su padre, Carlitos emprendió su regreso hacia Buenos Aires para estar con su familia. Quién ocupará su lugar es una incógnita, aunque hay dos jugadores que se perfilan como reemplazantes: Franco Soldano y Eduardo Salvio.

Los 11 serían: Esteban Andrada; Leonardo Jara, Carlos Zambrano, Carlos Izquierdoz, Frank Fabra; Nicolás Capaldo, Jorman Campuzano; Sebastián Villa, Edwin Cardona; Mauro Zárate y Soldano o Salvio.

 “Mi papá se hizo cargo de mí sin tener nada que ver conmigo. Vio a un chico que estaba indefenso, que no tenía un guía y se hizo cargo de algo que no tenía por qué. En toda mi vida nunca hizo diferencia con el Chueco, que era su propio hijo. Siempre era una remera para mí y una para él”, expresó el futbolista.

“Siempre me fue con la verdad. Me agarró un día y me contó lo de mi papá verdadero. Me dijo que no era mi papá, a mi papá lo habían matado antes que yo naciera. Ese es Segundo, el que se puso la familia en el hombro y la sacó adelante”. A su vez, remarcó que “él me motivaba para que yo jugara a la pelota. Siempre daba el ejemplo para que no terminara drogada o me dijeran ´pobrecito´”.

Por otra parte, el Apache reveló que su padre jamás quiso que lo ayude económicamente. Quería ser el hombre de la casa, traer la plata. Un día le dije que no tenía que trabajar más, disfrutar viajando con mamá. Pero él me dijo que levantar paredes era su vida, que la pasaba bien. Hasta que lo entendí”, confesó.

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