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Para los cañeros la zafra 2023 será menos productiva que el año pasado

La extensa sequía que atravesó el país redujo significativamente el área implantada y eso tendrá impacto en la molienda de este año. Crecen las expectativas por el aumento del corte de bioetanol.

El pronóstico es alentador en cuanto se estaría superando la sequía que afectó nuestro país por más de 3 años. No obstante, aquello que ya se perdió a causa de ella no se puede recuperar, al menos no en un solo año. Así lo consideran desde el sector productivo, y la industria azucarera no es excepción a esta regla.

“Venimos sufriendo una sequía bastante prolongada que viene desde hace varios años. Vemos con preocupación y malestar por cuanto vamos a sufrir serias consecuencias. Hay productores que tienen mucha merma de producción para esta zafra”, indicó en conversaciones con Radio Prensa Sergio Fara, referente de la Unión de Cañero Independientes de Tucumán (UCIT).

Según aclaró el cañero, la sequía afectó seriamente a varias zonas de la provincia, especialmente a la zona del este, “en donde hizo estragos”. “En el Sur hay zonas buenas y otras regulares, y el norte parece estar en mejores condiciones. Esto conlleva una disminución de la producción que todavía no hemos podido precisar de cuanto será. Esperamos que comience a llover y que mejoren las condiciones, pero lo que está perdido, está perdido”, agregó.

“Esperamos que cambie el clima para el bien de todos, porque si esto sigue así, tendremos perdidas realmente significativas. No nos olvidemos que tenemos que producir para abastecer el mercado interno y el bioetanol (que se espera que este año se demande más ante la inminente suba del porcentaje de corte que llevan las naftas), así que estamos todos expectantes”, insistió.

En este sentido, se mostró esperanzado con la posibilidad de que el gobierno nacional decida aumentar el corte de bioetanol en nafta, que permitirá a la industria azucarera destinar más producto a ese mercado y mejorar los precios de la bolsa de azúcar al disminuir la oferta en el mercado interno. “Debemos buscar que se incremente el corte de las naftas del bioetanol. Esto nos permitiría abastecer el mercado interno y no tendríamos que exportar azúcar crudo con pérdidas económica para el sector”, explicó Fara.

De concretarse esa medida, tendrá un impacto positivo en lo económico, pero también en lo medioambiental, puesto que la lógica indica que a mayor el nivel de bioetanol, menos contaminación. De hecho, está comprobado que el bioetanol ahorra un 70% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a las emisiones de la producción de nafta. Y al tratarse de un combustible limpio, contribuye a la mejora de la calidad del aire que respiramos.

Días atrás, el ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, confirmó al aire de Radio Prensa que se está trabajando en un plan de incremento progresivo del corte de bioetanol en la nafta para llevarlo a 27% en 2030 y dio por descontado que este año se autorizará una suba al 15%. Hoy nuestras naftas contienen doce por ciento (E12) de bioetanol, cuyas materias primas de origen son el grano de maíz y la caña de azúcar. Lejos está aún nuestro país del corte de Brasil de hasta un 27,5% de bioetanol anhidro en naftas (que además utiliza el alcohol hidratado al 100% en su flota de vehículos con motores flex) y de Paraguay con su E25.

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