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¿Por qué 4 de cada 10 argentinos son pobres?

Marzo fue un mes duro en materia de anuncios estadísticos. Más allá del dato de inflación, que trepó hasta el 102,5% interanual en febrero, los otros números del Indec publicados a lo largo del mes pasado evidencian una realidad socioeconómica muy complicada en los meses finales del Gobierno de Alberto Fernández.

Repasemos: el 39,2% de los argentinos son pobres, la indigencia afecta al 8,1% y, si bien el desempleo abierto bajó hasta el 6,3%, el deterioro del mercado laboral es cada vez más profundo, con el salario perdiendo con la inflación por más de cinco años.

Un informe del Ieral analiza estas variables y llega a una conclusión: la erosión de los ingresos de los trabajadores formales e informales y un mercado laboral al que califica como “poco saludable” es una combinación explosiva que explica por qué a cuatro de cada 10 argentinos lo que ganan no les alcanza para comprar los productos y servicios básicos para vivir.

La magnitud de la pobreza en 2022 puede ser explicada fundamentalmente por dos razones: ingresos erosionados por crecientes niveles inflacionarios y un mercado laboral poco saludable compuesto por empleos informales o independientes con menor capacidad de proteger sus salarios a través de convenios colectivos”, dice el estudio firmado por las economistas Laura Caullo y Azul Chincarini.

El informe dice que en 2022 el salario registrado privado anotó siete meses de caída interanual en términos reales. Es decir, incluso los asalariados formales, que son los que están más sindicalizados y –en general– mejor pueden negociar con las empresas, “perdieron” con la inflación en la mayoría de los meses del año.

En el caso del salario de los trabajadores informales, la investigación del instituto que pertenece a la Fundación Mediterránea dice que “se observaron caídas en los 12 meses” de 2022.

Para peor, el panorama no es bueno para el comienzo de 2023 ya que ambos tipos de salarios cayeron en la comparación interanual en enero y en febrero. “La merma de ingresos en el caso de los informales fue del 15% en estos dos meses”, apuntan las economistas.

En paralelo, el Ieral observa un importante avance de la informalidad que ya alcanza a casi el 50% de los ocupados. En otras palabras, la mitad de los trabajadores en Argentina están en condiciones laborales precarias.

Además, hay más datos laborales preocupantes, según analizan Caullo y Chincarini: el empleo privado en el sector privado no creció, mientras sí lo hizo el trabajo asalariado en el sector público (28%), en el monotributo (39%) y, fundamentalmente, en el monotributo social (182%).

EL DERRUMBE DE LOS INGRESOS

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BASE ALTA

El 2022 cerró con una tasa de pobreza del 39,2% (en el promedio de la Argentina urbana), lo que traspolado a todo el país implica un total de 18 millones de personas que no cubren la canasta básica.

Y con una tasa de indigencia (8,1%) que representa a cuatro millones de argentinos que no cubren sus necesidades alimenticias.

En este escenario, el Ieral dice que se cumplen ocho semestres seguidos con la pobreza por encima del 35% y muy cerca del 40%, porcentaje que para la organización se está consolidando como “un nuevo piso”.

En el caso de los menores de 14 años, en el segundo semestre de 2022 la pobreza resultó del 54,2%, es decir, un total de seis millones de niños y niñas en esta situación”, calcula el Ieral.

En paralelo, la pobreza en adultos mayores aumentó del 12,1% al 14,5% y en los conjuntos de personas en edad laboral activa, es decir, en el rango etario de 15 a 29 años y de 30 a 64 años, la tasa de pobreza creció hasta el 45% y el 35%, respectivamente.

Para explicar por qué la consolidación de la pobreza arriba del 35% tiene un correlato directo en las posibilidades de la gente de generar ingresos, el Ieral dice: “Considerando que entre cuatro y cinco personas de cada 10 están ocupadas y cuatro de cada 10 son pobres, resulta evidente que muchas de las personas que venden sus servicios por una contraprestación no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas”.

En este sentido, los informales son los más complicados. Si se considera la serie del índice de salarios para la cual se tiene información, que va desde octubre 2017 a febrero 2023 (65 meses), se observan reducciones en términos reales del salario informal en 54 meses. “Más del 80% del conjunto de los datos”, dice el informe.

Para peor, el mercado laboral informal e independiente crece desde 2012. Los últimos datos disponibles de la Encuesta Permanente de Hogares dicen que al tercer trimestre 2022 ya alcanzaba casi el 50% de los ocupados.

Los argentinos que trabajan en la informalidad están divididos casi en partes iguales entre los cuentapropistas no calificados (22% del total del empleo) y trabajadores en relación de dependencia no registrados (27%).

FORMALES EN PROBLEMAS

En el sector formal también hay complicaciones. El Ieral explica que el empleo registrado creció sólo un 16% en una década, con un importante avance del trabajo monotributista y un fortalecimiento del trabajo asalariado público. “Los puestos en relación de dependencia en el sector privado no han crecido en 10 años (se mantienen en 6 millones), mientras que el sector público y el trabajo independiente, de la mano del monotributo y el monotributo social se expanden”, dicen las economistas.

Como conclusión, el Ieral dice que la inflación “conduce a la población a aumentar sus niveles de actividad en la búsqueda de generar ingresos”. Sin embargo, aclara que “el mercado laboral, limitado por condiciones legales y tributarias, aloja a sus nuevos ingresantes en el desempleo, en trabajos informales o los convierte en independientes con poca estabilidad”. Así, “las escasas herramientas de protección frente a la suba de precios no dan batalla a la pobreza, tal que la misma encuentra un nuevo piso que se sitúa en torno al 40%”.

FUENTE: La Voz

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