Positividad retrasada de Covid: por qué hay tantos negativos entre contagiados
Especialistas apuntan a que el achicamiento del período de incubación del virus, producto de las variantes del SARS-CoV-2, sumado a la inmunidad generada por las vacunas, hace que en muchos casos los test rápidos de uso casero no detecten con precisión la baja carga viral de los pacientes con serología positiva.
El ministerio de Salud informó este lunes que se registraron 27.154 nuevos contagios de Covid-19 en la última semana. Esto representa una suba del 5,7 por ciento respecto a los siete días anteriores. Sin embargo, la cantidad de contagios sigue siendo casi la mitad de la registrada a principios de junio. Además, el dato surge en un contexto mundial en que la cantidad de testeos sube por encima de los positivos, lo que se traduce en una caída en los índices de positividad.
En parte, esto se debe a los casos de positividad retrasada. Esto abarca a los casos en los que una persona con sintomatología compatible con la infección del SARS-CoV-2, tos, congestión nasal, fiebre, se hacen una prueba rápida de antígenos y el resultado es negativo. Pero a los pocos días repiten el estudio con un resultado positivo.
Especialistas advierten que esta positividad retrasada implica un riesgo en la prevención de los contagios. Ocurre porque, pese al malestar, puede que la persona no haya tomado las medidas preventivas suficientes, como el aislamiento y el uso del barbijo, y en el tiempo que transcurre hasta el segundo hisopado contagió a más personas. Esto crea nuevas cadenas de transmisión e incrementa el número de casos de la enfermedad.
Por qué surge la positividad retrasada
No hay una única explicación a este fenómeno de la positividad retrasada. Más bien, su existencia se puede explicar sobre la base de una conjunción de elementos. En primer lugar, algunos expertos explican que esta situación tiene una estrecha vinculación con las nuevas variantes del coronavirus, especialmente aquellas que emergieron de Ómicron como la BA.2 y la BA.5, más contagiosas.
El impacto tiene que ver con los cambios sobre el periodo de incubación respecto al virus original. En estas variantes, el tiempo entre que el virus comienza a invadir las células de nuestro cuerpo y la llegada de los síntomas es mucho más veloz. Mientras que el virus “original” tardaba cinco días promedio desde el contagio hasta el inicio de síntomas, ese plazo se redujo hasta tan sólo tres en la actualidad.
De este modo, una hipótesis apunta a que si se suma el factor de las vacunas y la suba en los niveles de inmunidad con el acortamiento en el período de incubación, la aparición más temprana de síntomas hace que la carga viral durante los primeros días de infección no es lo suficientemente alta como para ser detectada por las pruebas de antígenos.
La segunda hipótesis tiene que ver con el error humano, en un contexto en el que los hispodaos ahora se realizan en una gran proporción con test de uso casero, y no es puesto en práctica por especialistas, en centros de salud.
Por este motivo, especialistas recomendaron que ante síntomas compatibles con el covid, se debe mantener un aislamiento y evitar el contacto con la gente. Además, sí la prueba rápida de antígenos realizada al comienzo del cuadro da negativo, sugieren, en lo posible, intentar repetir la prueba entre el tercer y el quinto día para tener mayor certeza sobre el diagnóstico.PAGINA 12