«Preparar la Navidad con gestos concretos hacia los demás», dijo el Papa
En el tercer domingo de Adviento, el papa Francisco compartió con los fieles el rezo del Ángelus y dejó una recomendación: preparar la Navidad con gestos concretos, aunque sean pequeños.
Al presidir el tradicional rezo del Ángelus del tercer domingo de Adviento, el papa Francisco reflexionó ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, sobre la forma de prepararse para la Navidad. Para ello, planteó una pregunta contenida en el Evangelio de Lucas, la misma que muchos hacían a Juan el Bautista ante el anuncio de la llegada de El Salvador: ¿Qué debemos hacer?
Esa pregunta, aclaró el Santo Padre, no nace de una “sentido del deber”, sino que “es el corazón tocado por el Señor, es el entusiasmo por su venida lo que lleva a decir: ¿qué debemos hacer?”. Y para ejemplificarlo, expresó: «Cuando pensamos en la llegada de un ser querido que viene a visitarnos lo esperamos con alegría e impaciencia y nos preparamos, nos ponemos manos a la obra».
“Así es con el Señor», comparó el Papa. «La alegría de su venida nos hace decir: ¿qué debemos hacer?”. Pero también, añadió, “Dios eleva esta pregunta a un nivel superior: ¿qué hacer con mi vida? ¿A qué estoy llamado? ¿Qué es lo que me llena?”. Y la respuesta, aseguró, «está en el Evangelio».
“La vida tiene una tarea para nosotros. No es algo sin sentido, no se deja al azar. ¡No! Es un regalo que el Señor nos da, diciéndonos: ¡descubre quién eres, y trabaja para realizar el sueño que es tu vida! Cada uno de nosotros -no lo olvidemos- es una misión a cumplir. Así que no tengamos miedo de preguntar al Señor: ¿qué debo hacer?”, alentó.
Francisco invitó a hacer esta pregunta con frecuencia al Señor, a repetirla, pero también a preguntarnos qué hacer por nuestros hermanos y cómo podemos contribuir al bien de la Iglesia y de la sociedad. “Para eso sirve el tiempo de Adviento, para detenernos y preguntarnos cómo podemos preparar la Navidad. Estamos ocupados con tantos preparativos, para regalos y cosas que pasan, pero preguntémonos qué debemos hacer por Jesús y por los demás”, insistió.
El Papa recordó que Juan el Bautista a los publicanos, a los soldados y a las gentes ofreció respuestas específicas sobre qué hacer, pues las relacionó con sus situaciones personales, con la “situación real de sus vidas”, porque “la fe la se encarna en la vida concreta”.
“No es una teoría abstracta y generalizada -agregó-, toca la carne y transforma la vida de cada uno. “Hagamos un compromiso concreto, aunque sea pequeño, que se ajuste a nuestra situación de vida, y llevémoslo adelante para prepararnos en esta Navidad. Por ejemplo: puedo llamar por teléfono a esa persona que está sola, visitar a aquel anciano o aquel enfermo, hacer algo para servir a los pobres, a los necesitados”, enumeró.
Y a esta invitación concreta, el Papa agregó la recomendación de pedir perdón si hay una situación que aclarar o una deuda que saldar: “Quizás he descuidado la oración y después de mucho tiempo es hora de acercarse al perdón del Señor. ¡Busquemos una cosa concreta y hagámosla! Que la Virgen, en cuyo seno Dios se hizo carne, nos ayude», pidió.
Fuente:/aica.org