Publicaron recomendaciones para Reapertura de Museos, Archivos y Bibliotecas
A partir de un análisis de incidencia del SARS-COV-2 sobre bienes culturales y piezas de museos, es que dos investigadoras ahondaron en el tema y realzaron un artículo enumerando ciertas pautas para la habilitación de estos espacios.
Tras la pandemia, las galerías de arte, museos y bibliotecas se obligaron a cerrar sus puertas con el acatamiento de las medidas preventivas implementadas desde las autoridades. Es así que con tal de no perder la difusión de estos espacios, que se digitalizó el acceso. No siendo suficiente, es que Alejandra Fazio, investigadora del CONICET del Instituto de Micología y Botánica (INMIBO) especialista en biodeterioro de patrimonio, en conjunto con su colega española, Nieves Valentín, formularon un artículo de pautas para la reapertura de estos espacios, desde los sistemas de desinfección, estrategias de control hasta conservación de piezas y elementos.
De esta manera, la especialización de Fazio le permitió averiguar sobre el comportamiento de los hongos ante el encierro que implico la pandemia, y cómo las partes componentes pueden ser vectos indirectos de contagio y propagación del virus.
Por su parte, Valentín trabaja como asesora científica en distintos museos en Madrid y es doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, se desempeñó durante muchos años como investigadora en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), y en el Getty Conservation Institute donde desarrolló sistemas de desinfección con gases inertes y métodos de análisis para evaluar la calidad del aire en los museos y al interior de vitrinas.
Y ante una suerte de temor por el deterioro propio de los objetos culturales o de ambientes patrimoniales es que decidieron redactar las recomendaciones para profundizar en el conocimiento de los tratamientos de desinfección; las advertencias pertinentes para determinar en cada caso sobre riesgo-costo-beneficio de las personas y bienes; y apelar al cumplimiento de normas en coordinación con la Organización Mundial de la Salud.
A grandes rasgos, podemos resumir que este texto se enfrenta a la dificultad científica propia tras las mutaciones de este virus en pleno estudio. Motivo que llevó a las investigadoras, a iniciar sus recomendaciones a partir del manejo conocido públicamente, con la identificación de PCR (Polymerase Chain Reaction). Señalan que el virus puede permanecer en un objeto por nueve días, aislándolo o quitándolo de exposición sí estuvo en lugares de humedad superior al 60%, sin conservarlos en bolsas plásticas. El uso de aires acondicionados en los espacios, son cuestionados por concentrar el virus, la temperatura y la humedad deben ser tenidas en cuenta. Reforzar la limpieza al máximo.
Desarrollan métodos de esterilización de objetos como el uso de ozono o “choque térmico por calor” e insisten en una reapertura con distanciamiento, uso de barbijos y resto de medidas de bioseguridad.