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Se agrava la situación por la quema de cañaverales en Tucumán

Con la zafra cañera comienza la quema de los cañaverales en la provincia. Y en los últimos días, se vieron incrementados los focos de incendios en el interior de Tucumán. Cabe recordar que esta práctica está prohibida, porque daña al suelo, al ambiente, a la salud de las personas y a los mismos productores.

En diálogo con Suena a Campo, el director ejecutivo de Bulacio Argenti S.A y secretario del centro de agricultores cañeros (CACTU), Máximo Bulacio comentó: «la quema de pastizales en Tucumán es histórica«. Asimismo, señaló que la provincia tiene la característica de ser una zona con altísimo rendimiento pluviométrico. «Es por esto que la cantidad de follaje que se genera, en el invierno se seca de manera importante quedando una biomasa lista para encenderse«, explicó.

Por otro lado, dentro de lo que se plantea cómo cultivo extensivo rentable en Tucumán, se encuentra la caña de azúcar. «Este cultivo tiene la característica de que en el invierno, por las heladas y la sequía se seca al igual que los pastizales y tiene un altísimo poder de combustión«, remarcó.

Una cultura que hay que erradicar

Bulacio comentó que «efectivamente hay una cultura, a través de la historia, donde el fuego es muy común. La basura se quema, el pasto de la banquina se quema. Y hace mucho tiempo cuando existía la tecnología de ahora los cañaverales también se quemaban para poder cosechar«. Es decir, «para reducir el trabajo manual, se quemaba la hojas, para que llegue la caña libre de basura al ingenio«, agregó el productor.

La cosecha en verde evita la quema

Sin embargo, hoy existe la cosecha mecanizada, en verde, donde no se quema. «Este proceso tiene una serie de ventajas que hace que el cultivo sea mucho más provechoso. Porque corta la caña en trozos, y sacando la hoja por un extractor. Entonces deja la caña lista para procesar», indicó el especialista.

Por esta razón, Bulacio destacó que hoy ya no existe una necesidad del productor para quemar los cañaverales. En tanto, los pequeños cañeros cosechan a través del ingenio.

En rigor, «el primer beneficio de la cosecha en verde es económico. Esto demuestra que a nadie le conviene quemar. Por otro lado, incrementa la cantidad de materia orgánica en descomposición y con esto la fertilidad del suelo. Además, la maloja que queda en el campo favorece a la retención de humedad, evitando pérdidas de agua de hasta un 40%; reduce la temperatura del suelo; evita el crecimiento de malezas y con esto el costo de los agroquímicos. Hoy, todo esto se traduce en rendimiento y en ingreso económico».

Consecuencias de la quema 

Bulacio mencionó además las consecuencias que trae para el productor, quemar su cañaveral. «El calor daña la cepa bajando su rendimiento, es decir, reduce los kilogramos a causa del estrés por temperatura. A su vez, mueren también los microorganismos fundamentales para el enriquecimiento del suelo y la generación de nitrógeno. Por otro lado, si la caña está en pie baja su vida útil. Además, si desde el ingenio retrasan la cosecha esa caña empieza. Perder el rendimiento rápidamente. Al dañarse la cepa, se hace más cara la amortización de la inversión de la plantación. Por último, la multa por incendio es muy cara y el ingenio no recibe esa caña«, dijo Bulacio.

Formas de prevención

Consultado por las formas de prevenir un foco de incendio, Bulacio declaró: «lo más importante es la concientización para que la gente no tenga intenciones de quemar en el sector cercano a un cañaveral. Además, los vientos fuertes hacen que el fuego se acelere terriblemente y puede ser peligroso hasta para las mismas personas que viven cerca. En general, lo que se trata de hacer es tener dispositivos listos para poder responder ante esa situación«. Otro punto importante es la limpieza de los callejones y barrera con pasada de rastra, «para que el fuego no pase al siguiente lote«. «Es por eso que hay que tomar conciencia y cuidar tanto a los cultivos como a la gente que vive cerca».

Fuente : Suena a Campo

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