Seis años de prisión para un sujeto por un violento robo
Néstor Ismael Lezana recibió la pena de cumplimiento efectivo por un robo agravado por el uso de arma impropia.
Néstor Ismael Lezana recibió la pena de cumplimiento efectivo por un robo agravado por el uso de arma impropia, en calidad de coautor. Además, deberá resarcir económicamente a las víctimas.
El pasado viernes, el Ministerio Público Fiscal, a través de la Unidad Especializada de Robos y Hurtos I, impulsó una audiencia de juicio abreviado contra Néstor Ismael Lezana, acusado por un hecho ocurrido el 2 de julio de 2021 en La Mesada, departamento de Burruyacú.
La auxiliar de fiscal, Paula Bellomio, por delegaciones del titular, Diego López Avila, detalló el acuerdo arribado entre las partes, con la conformidad de las víctimas. “Es un hecho muy grave, donde actuaron entre 9 y 10 sujetos, todos armados. Han golpeado fuertemente a las víctimas y se han apoderado de grandes sumas de dinero, entre otros elementos. En cuanto al grado de participación criminal, el imputado no se mantuvo en un dominio pasivo sino que tomó las riendas de la situación y expuso con claridad una actitud violenta, por lo que no corresponde la pena mínima y se solicita la aplicación del cumplimiento efectivo”, indicó la investigadora. Al imputado, se lo acusó por el delito de robo agravado por el uso de arma impropia, en calidad de coautor, y el cumplimiento de prisión efectiva de 6 años. Además, deberá resarcir económicamente a las víctimas. Finalmente, la jueza actuante validó el convenio y el inmediato traslado del imputado al penal de Villa Urquiza.
Redujeron y maniataron
El 2 de julio de 2021, a las 08:30 horas aproximadamente, en circunstancias que la víctima y su grupo familiar se encontraban en su domicilio ubicado en La Mesada, en la localidad de Burruyacú, el imputado, a bordo de un automóvil marca Volkswagen Fox de color gris, junto a otros 8 sujetos (los cuales lo hacían en otros dos automóviles, uno de ellos era un taxi) y previo acordar las tareas que llevarían adelante, actuando en forma conjunta, ingresaron a la propiedad por el camino que tiene acceso por la ruta 312.
Al llegar a la entrada, uno de ellos descendió de un automóvil (Renault Sandero de color gris) y mientras portaba una canasta de cosecha de limones le solicitó a la víctima que le concediera un vaso de agua. En ese momento, todos los otros sujetos aprovecharon para descender de los automóviles, treparon a la propiedad e ingresaron a la misma. Una vez adentro redujeron al damnificado, mientras portaban armas de fuego.
Los golpearon con las culatas y los maniataron. Allí, el imputado apuntó a la esposa con el arma y la tomó de la cabeza y le pidió que le entregara el dinero de la cosecha (que tenían para pagar a los trabajadores). Ante el temor, la mujer se dirigió a la habitación y entregó la suma de 480 mil pesos. En esas circunstancias, el hermano del dueño del inmueble se aproximó a la vivienda porque escuchó gritos que provenían de allí pero también lo interceptaron y lo redujeron, con las armas que poseían, para quitarle 3 mil pesos y el teléfono celular que traía.
Otro de estos sujetos comenzó a sacar electrodomésticos, entre los cuales, había un televisor, una batidora y alhajas. Cuando iban a darse a la fuga, les dijeron a las víctimas que los iban a matar una vez que se retiraran del lugar. En esos instantes, se apersonó otro hermano del damnificado, a bordo de una camioneta, siendo apuntado por el imputado con su arma. Le exigió que descendiera del rodado, lo redujo y le retiró su teléfono celular. Luego de ello, todos huyeron llevándose los elementos e inclusive el Chevrolet Onix.