Sube a escena «El Avaro» de Molière en El Cadillal
La inmortal comedia vuelve a los escenarios tucumanos a cargo del grupo teatral El Circo en la sala teatral Armando Díaz

Un grupo teatral que no requiere de mayores presentaciones como el Grupo Teatral El Circo, en el transcurso de este mes, cumpliendo sus 34 años de actividad ininterrumpida vuelve a los escenarios tucumanos, en esta oportunidad en la sala teatral Armando Díaz, situada en la localidad veraniega de El Cadillal.
La función se realizará este sábado 8 de mayo, a las 21 y contará con las actuaciones de Nelson Alfonso, Alejandro Liendo, Gladys Medina, Analía Ruiz, Marisol Cantela , Brahim Carrillo, Armando Díaz y Aníbal Rueda, el vestuario fue realizado por Mabel Robles, el sonido y la asistencia de dirección está a cargo de Roberto Chicho Ortega y con la dirección general y puesta en escena de Natalia Yapura.
El grupo El Circo viene además realizando propuestas infantiles que han sido resonantes éxitos en las salas tucumanas y entre sus actividades complementarias, está la organización del 10º Festival Internacional De Teatro Para Niños.
El grupo destacó especialmente que este estreno es un proyecto postergado del 2020 y que, «por motivos de público conocimiento, actividad paralizada, confinamiento, aislamiento social, producto del Covid 19 no se pudo realizar; con las nuevas medidas, aforo del 30 % y tomando todos los recaudos en materia sanitaria, volvemos a actuar , vuelve el convivio , la presencialidad, tan importantes en el Teatro para su retroalimentación«.
A partir del domingo 23 de Mayo se habilitará el Chocolate Concert con obras Infantiles” El Principito Y Rosita” “EL mago De Oz” y “EL Circo, un mundo De Fantasía”.
El grupo destacó que estas funciones están dentro del programa del Instituto Nacional de Teatro “Reactivar escena”.
El Avaro, la pieza de Molière estrenada en 1668
Con El Avaro, inspirado en La Aulularia de Plauto, Molière demuestra mejor que nunca su perfecta maestría en la escritura teatral.

Viudo y terriblemente avaro, Harpagón quiere casar a su hija Elisa con Anselmo, viejo y rico, dispuesto a tomarla sin dote, pero Elisa se quiere casar con Valerio, que ha conseguido entrar en la casa de Harpagón contratado como mayordomo. Al mismo tiempo, Harpagón y su hijo varón, Cleanto, rivalizan por el amor de Mariana. Para ayudar a su amo, el criado de Cleanto, Flecha, roba el oro de Harpagón. Acusado en falso, Valerio revela su amor por Elisa. Este tradicional recurso de la confesión termina desenredando toda la intriga :
Anselmo descubre que Mariana y Valerio son los hijos que creía haber perdido en un naufragio. Al final, ambas parejas de jóvenes podrán casarse y Harpagón quedará satisfecho al recuperar su preciado oro.
En esta comedía Moliere utiliza todos los resortes del humor : el personaje cómico de Harpagón, lo cómico de la situación – todos los personajes fingen– y, por supuesto, lo cómico de las palabras y los gestos, heredados de la farsa y del baile que el autor conocía muy bien. Desde ese momento, el amor y la juventud, además de triunfar, se ríen de la autoridad que quiere casarlos en contra de sus deseos.
En El avaro, Moliere juega con los personajes entre la confesión y el engaño, reconciliando a los que lo consideran un moralista con los que sólo reconocen en él a un autor teatral inspirado. La comedia otorga al juego de máscaras todo su poder subversivo para convertir la verdad del deseo en la verdad de todos, permitiendo que también se imponga la moral.