Un proyecto educativo que nos premia como sociedad, con la esperanza de un mundo mejor
Prensa Activa Digital estuvo en el cierre de actividades del Centro Educativo de Jóvenes Adultos (CEJA 114), que funciona en el local de la Escuela Bernardo de Yrigoyen, en José Colombres 286. Creatividad, mucho trabajo y ansias de superación
En el ajetreado vaivén de actividades de fin de año, en ocasiones, puede pasar desapercibido el denodado esfuerzo que realizan muchos, casi anónimamente, en el alto propósito de lograr el impulso social de muchos jóvenes-adultos, y adultos con espíritu de jóvenes que, definitivamente, se han cerciorado que no hay mejor camino para el ascenso y el progreso social que el estudio, el esfuerzo y el empeño por lograr una meta.
En esta institución, esta franja etaria y social, convive en divergencia con la molicie, el abandono y la falta de temples y ambiciones a la que el propio sistema puede conducirlos ante la falta de oportunidades.
En ocasión de la visita de Prensa Activa Digital, una enorme camada de alumnos de diferentes edades adultas recibe su título de estudios secundarios completos con las expectativas puestas en un futuro con mejores oportunidades y con propuestas concretas para salir a buscar nuevas metas.
Entrevistamos al docente Daniel Navarro, uno de los esforzados formadores que se aventuran a salir al encuentro de estos jóvenes.
“Esta muestra es de los proyectos que hacen los alumnos en su último año en el que se proyecta una posible salida laboral. A lo largo de su tercer año, ellos van concentrándose en un proyecto que les sirva después como posibilidad de sustento y de medio de vida”, señaló Navarro.
“Son chicos más grandes, personas que no pudieron realizar sus estudios formales en su momento y que, en este momento de su vida decidieron decir ‘voy a hacer algo por mí’. Y aquí habría que hacer un paréntesis, siempre que dicto un curso en la primera vez del año, les digo a mis alumnos que lo mejor que pueden hacer por sus vidas es esto, decidir algo por ellos mismos y lograrlo, porque es lo único que van a poder llevarse cuando el Señor de arriba los llame, su esfuerzo, sus ganas. Puedes tener hijos, familia, novio, novia lo que sea, pero esto de estudiar es solamente tuyo, el día que estés frente a Dios dando cuenta de tus logros”, reflexionó.
“Me ha tocado entregar el título a abuelos, a personas de más de 70 años que, en su momento, no habían podido estudiar. Ellos nos demuestran que no hay edad para crecer y para merecer ser mejores, y no hay edad en la que no se pueda cumplir ese sueño que, por cualquier circunstancia no se logró antes: quizás tenían que trabajar, quizás no tenían medios, quizás no tenían padres, no importa la razón, importa que siempre se tuvo ganas y se quiso superar”, manifestó el docente.
Hablando en cifras el profesor Navarro explicó que este año está egresando una camada de, alrededor de 120 personas “Es por eso que este proyecto es importantísimo, y quisiera destacar que hay personas con capacidades diferentes, por ejemplo, alumnos hipoacúsicos, y que se insertan en el mundo laboral a través de un proyecto como el que recién he tenido el enorme honor y placer de evaluar, porque justamente es algo concreto de inserción en el mundo laboral. Esto, de parte de ellos, abre un interrogante y deja abierta la pregunta ‘¿es que nosotros, por no escuchar o escuchar menos’, no podemos integrar el mundo laboral?’ Dejemos abierta esa pregunta” señaló.
Finalmente, el docente destacó la labor de la profesora Cecilia Dominguez “es ella quien coordina y gestiona todo y, de alguna manera nos nuclea y nos guía a nosotros en esto que es un secundario como cualquier otro, que demanda una gestión educativa” finalizó.
