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Una guerra narco por el dominio de Barrio Oeste II: se matan entre ellos y muchos crímenes quedan impunes

El crimen registrado eel miércoles fue un nuevo capítulo de esa sangrienta guerra entre las dos bandas dedicadas al narcomenudeo. En esta oportunidad, un supuesto soldadito (persona que trabaja a las órdenes del transa) del grupo de “Cara i’ Gota” asesinó de un disparo por la espalda a otro de la gavilla de “Chuky”.

Todo comenzó el miércoles, pasadas las 17. Braian “Chiripa” Vélez (23 años), se encontraba en Bolivia al 4.500. A ese lugar se presentó Mauro Ezequiel Segura (24) y, después de una breve discusión, comenzó una pelea que se detuvo abruptamente cuando el segundo sacó un arma de fuego.

Vélez trató escapar corriendo, pero Segura realizó varios disparos y uno de ellos impactó en la espalda de la víctima, que fue llevada a un centro asistencial de San José, pero llegó sin vida. El agresor fue detenido por personal de la seccional 5° en Villa 9 de Julio. Cuando lo arrestaron, ya no tenía el arma consigo.

Según trascendió, sin que se supieran los motivos, el fallecido habría baleado la casa de Segura días atrás y esa habría sido la razón por la que decidió cobrarse venganza. “Dicen en el barrio que se habían citado a pelear mano a mano, pero todo se pudrió cuando el matador, que estaba perdiendo la pelea, sacó un arma”, contó Mario Fernández, vecino de la zona, versión esta que no fue confirmada por el momento.
“Chiripa” fue uno de los acusados del crimen del soldado peruano Sandro Silverio Reyes Ríos, registrado en abril de 2019. Él, junto a otros dos adultos y un menor, lo atacaron para robarle mientras hacía tareas de cobranza en el Barrio Oeste I.

Desde la Policía aseguraron que se montó un operativo específico para evitar nuevos choques entre ambas bandas. “Hay más ‘ratis’ -admite un joven de la zona-, pero ellos saben que no estarán para siempre y cuando se vayan, actuarán”, afirmación que es un secreto a voces, conocido de memoria por la gente de barrio Oeste II que hace tiempo dejaron de ser vecinos para convertirse en refugiados de una guerra narco que parece no tener fin.

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