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«Una Ley ideológica por sobre los derechos de las mujeres»

Ayer veíamos, como en la Honorable Legislatura de Tucumán se debatía sobre “Salud Menstrual de Cuerpos Menstruantes”; como si menstruar sería una enfermedad… y como si las que menstrúan no serían mujeres. Lo más llamativo es de manos de quienes habrían llegado estos temas al recinto y quienes impulsan un Proyecto de Ley como este.

El impulsor no sería otro que el mismo abortismo que grita en las calles y quienes pintan instituciones. El que pide que no se invada la intimidad de la mujer, “supuestamente invadida”, sería el mismo que expone a la mujer a que en una Sesión Legislativa se la trate de “cuerpo menstruante”.

Un proyecto así se impulsaría desde bancas ocupadas por quienes apoyan el aborto, que no representarían ni en sentir ni en número a la mujer tucumana. Pero como el feminismo sería excusa para todo, pareciera que ser feminista te exime de toda obligación, hasta de las más básicas, la obligación de pensar antes de legislar.

La Ley de Salud Menstrual no sería otra cosa que un disparate que quiere inventar una desigualdad donde no la hay. Podrían poner dispensers con toallitas femeninas en los baños públicos, podrían promover la fabricación económica de toallitas y tampones, podrían tantas cosas sin hacer una Ley Menstrual. Pero como no se trataría de Derechos de las Mujeres, sino de imponer una visión ideológica; se usaría a la mujer que dicen defender, degradaría a la mujer que dice cuidar, invisibilizaría a la mujer, que dice ser el “único que ve”.

Las mujeres tucumanas ya tienen por Ley todos sus derechos garantizados, derechos que no todos se cumplen, pero no porque la Ley no exista.

La Ley Menstrual debatida ayer en sesión no se habría tratado sobre los derechos de las mujeres sino sobre la imposición de una “perspectiva”, según la cual todo se explicaría en clave a una lucha de sexos. La Ley Menstrual pretendería cambiar la dignidad de la mujer por toallitas femeninas. Pretendería convertir a la mujer en un ser necesitado de un “papá Estado” que le provea sus tampones. De eso se trata.

Y hablando de disparates en contra de las mujeres, hasta la sesión de ayer,  en Tucumán no existía en toda la normativa ni una sola Ley que establezca un privilegio, o supremacía, del varón sobre la mujer. No habría ni una sola Ley en ese sentido. Pero la mayoría de los Legisladores tucumanos lo hicieron posible, votaron una Ley de cupo laboral trans y travesti. La ideología de género en la Legislatura, habría conseguido una Ley ideológica que se lleva puestos los derechos de las mujeres.

Ahora en Tucumán de cada 100 mujeres (entre mujeres heterosexuales o que no quieran hacer pública su intimidad) que tuvieran los méritos, cualidades, conocimientos, títulos y competencias necesarias para un trabajo; mínimamente el 1,5% quedaría sin la posibilidad de acceder a ese puesto. Para darle lugar, por Ley, a un varón biológico, o a un varón auto percibido.

Así las cosas, por acción de una minoría feminista acompañada del desconocimiento ideológico de una mayoría, hoy 4 de diciembre de 2020, en Tucumán las mujeres amanecieron siendo “Personas Menstruantes” y con el 1,5% menos de posibilidades de conseguir un trabajo, aun siendo idóneas para el cargo.

Por MN.

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