Chahla ordenó sacar todos los lomos de burro, que proliferaron sin control
En busca de un nuevo diseño de la ciudad, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, atendiendo los consejos de expertos en urbanización, decidió la eliminación total de los lomos de burro que proliferaron sin controles ni regulaciones en los últimos años, decidiendo en cada caso si deben ser reemplazados por elementos menos agresivos para los conductores y sus rodados.
Los Colegios de Arquitectos y de Ingenieros Civiles, junto con el Consejo Profesional de la Ingeniería de Tucumán, están abocados a guiar al municipio en este proceso de reconversión de la capital provincial. “Tenemos un plan implementado para intervenir 400 cuadras a fin de año; con bacheo, hormigón, carpeta asfáltica y repavimentaciones”, anticipó el secretario de Obras Públicas del municipio, Luis Lobo Chaklián.
Respecto de los reductores de velocidad, el funcionario confirmó que todos serán removidos. “Es un elemento agresivo que, más allá de que te hace disminuir la velocidad, te genera un golpe, te resiente el tren delantero y las cubiertas y, además de eso, algunos están puestos en lugares no adecuados”, sostuvo.
El arquitecto mencionó también que algunos serán suplantados por retardadores de velocidad, a los que definió como más “amigables” con los medios de transporte porque funcionan como un elemento de precaución. “Hay una cantidad exagerada de lomos; en el caso de los retardadores, se colocarán en lugares que realmente lo ameriten”, recalcó Lobo Chaklián.
La idea, insistió, es contribuir a la agilidad y ordenamiento del tránsito de una forma positiva. “Hoy hay lomos de burro en cualquier lado; en la calle Mendoza, desde Camino del Perú, en Santa Fe o en la calle San Juan; todos sin sentido. Hay hasta en la mitad de la calle, es insólito. Se va a sacar todo”, aclaró.
La idea surgió tras en una reunión con profesionales del rubro, entre ellos, Luis Antolini, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tucumán; Omar Abraham, presidente del Consejo Profesional de la Ingeniería Tucumán; Juan Eduardo Saravia, presidente del Colegio de Arquitectos de Tucumán; y funcionarios del Gabinete municipal.
En el encuentro se planteó la necesidad de actualizar el Código de Planeamiento Urbano, la modernización de Catastro municipal y la planificación de obras destinadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. También se contempla en el proyecto la participación del Concejo Deliberante de la Capital.
“Una de las cosas que se plantearon es levantar los lomos de burro. Primero, no están en lugares estratégicamente colocados y, segundo, no están cumpliendo la función que tienen que cumplir”, confirmó la intendenta Rossana Chahla, que encabezó el encuentro con los profesionales del sector.
Para justificar la medida, indicó que estos elementos hacen mucho daño al pavimento y a los automovilistas. “De eso se trata; que escuchemos a los vecinos, a los que saben, a los expertos y transformar nuestra ciudad con planificación, estrategias y recomendaciones”, resaltó la jefa municipal.
Sobre los demás proyectos, defendió: “Esta gran reingeniería que vamos a hacer en Catastro se hará para facilitarle las cosas a los ciudadanos y a las empresas que quieran construir. Estamos en ese proceso, del que también van a ser parte los colegios”.
“Nos entusiasman mucho los proyectos que queremos lanzar en la ciudad que queremos. Por ejemplo, el de la confitería del lago, algo que debemos devolver a los tucumanos”, sostuvo la jefa municipal, al enumerar algunas de las iniciativas.