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“Cuando te besa un ángel”

Resulta un poco extraño sentarme a redactar algo que no tenga el tinte formal, propio del periodismo informativo. Sin embargo, intentaré mantener la línea exigente del oficio para verbalizar una breve ( en materia de tiempos ) pero intensa experiencia.

En tiempos de festividades, está queriéndose “normalizar” el acto solidario con quienes se ven afectados por las distintas costumbres que ya están instaladas hace tiempo: la pirotécnica con respecto a las personas con diverso diagnósticos cognitivos o con los animales, concientizar respecto a los que viven en situación de calle o cualquier otro acto que nos recuerda lo humano que muchas veces nos falta por la vorágine de la vida, quizás.

Días atrás, tuve la suerte de dar voz a una hermosa historia de vida, la del pequeño Jerónimo que fue diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), en pos de comprender las desventajas y adversidades que debe atravesar con ciertos comportamientos sociales. Impulsando a su vez, la campaña “Más Luces Menos Ruido” que intenta eliminar el uso de pirotecnia sonora.

Esto, me llevó a contactar con Rita Goñi Ruiz, gracias a una colega de Prensa Activa Digital. Una mujer sumamente cálida en el trato, y accesible para abrir sus sentimientos con el otro, me hizo un presente que consideraré mi “Regalo de Navidad”: su libro.

Mi “Regalo de Navidad

En la odisea de navegar entre sus líneas, descubrí diversas sensaciones teñidas de tristeza, bronca ante la falta de actitud para con el otro, recuerdos llenos de olor a familia y “sonrisas” que iluminaron mi tarde de lectura.

Cuando te besa un ángel” se titula este escrito, que busca ser una guía o alivio para quienes deben atravesar este “diagnóstico” poco manejado aún por los profesionales de la salud, las familias y la sociedad misma. En su narrativa, sentimos el dolor, la angustia, la incertidumbre de lo desconocido. Las batallas diarias que enfrentan quienes conviven con estos pequeños.

Rita, creo, utilizó la escritura no solo para un juego lingüístico que recreara situaciones duras de leer. Sino para poder canalizar aquello que representó la más difícil en su camino: “adaptar” a los otros para que pudiesen comprender o simplemente dejar ser a su pequeña.

A lo largo del libro, podemos construir una historia particular,  hasta conocida para muchas madres primerizas: las dudas incesantes, los consejos de los familiares, los preparativos para el que está por llegar. La historia de cómo todo comenzó en definitiva. El proceso que determinó el diagnóstico de la pequeña, sus primeros acercamientos con el mundo, sus hermanos, los vaivenes de la familia entre otros detalles. ( no deseo contar todo lo que podemos encontrar aquí, para que puedan experimentar las sensaciones que enciende comprender esa “sonrisa” que te llena de luz y felicidad ).

( Ilustrativa – Web )

Insiste en el uso de ciertos términos que podrían modificar nuestro modo de ver las cosas. Habla de empatía, adaptación, comprensión, de sentimientos, de abrazar a los otros, de poder pedir ayuda, de escuchar al corazón por sobre las voces externas, de valorar la vida desde esos actos simples como desayunar una mañana cualquiera.

Hoy nuestra protagonista tiene 20 años, pudo desenvolverse mejor en cada etapa, ama cocinar y pintar. Esta obra salió a la luz cuando ella tenía ocho, ilustrando magníficamente la portada. Y Rita, Ingeniera en Sistemas de Información, hija única, esposa y amiga; orgullosamente afirma tener el mejor de los títulos: ser madre de cuatro maravillosos seres.

No titubeó en dejarlo todo para mejorar el mundo para su primera hija, motor de este libro, y sus pequeños. Confirma la necesidad de la familia, el primer contacto, pero no solo aquella que se desencadena por una cuestión biológica, sino que indirectamente habla de la familia que va adoptando en el camino. Aquellos que comprenden, humanizan y se involucran con el dolor y el goce del otro.

( Ilustrativa – Web )

En conversaciones continuas con ella, pude palpar la simpleza en sus palabras, el deseo conciliador e imperioso de dejar un mundo menos destructivos para los que tienen alguna dificultad ya sea motriz, cognitiva o de cualquier índole.

Ir en contra de los imaginarios que se han construido sobre Autismo, no es tarea fácil. Necesitamos abrazarnos más, como invita Rita, abrazarnos al dolor y buscar otras alternativas. Encontrar un camino más accesible para volver a los sentimientos, para tomar una realidad sostenible, para valorar lo verdaderamente importante. Romper etiquetas, estándares poco inclusivos para poder mirar al otro.

Quien desee conseguir un ejemplar, puede haberlo en una conocida librería de la calle Corrientes al 532 de nuestra Capital o bien, escribir al e-mail: gonimariarita@gmail.com

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