El Vaticano inicia el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco
El proceso, que podría extenderse hasta tres días, se desarrolla bajo estrictas reglas y aislamiento total de los cardenales en el Vaticano.
Mientras el Vaticano se prepara para elegir al sucesor del Papa Francisco, cardenales de todo el mundo se disponen a iniciar el secreto y centenario ritual del cónclave. Los 133 cardenales de 70 países estarán aislados del mundo exterior, sus teléfonos móviles serán entregados y la conexión celular alrededor del Vaticano será bloqueada para evitar cualquier tipo de comunicación hasta que elijan a un nuevo líder para la Iglesia católica de 1.400 millones de fieles.
El Papa Francisco nombró a 108 de ellos, eligiendo a muchos pastores a su imagen y semejanza de países como Mongolia, Suecia y Tonga, que nunca antes habían tenido un cardenal. Se abre así el cónclave más diverso geográficamente en los 2.000 años de historia de la fe.
Los peregrinos llegan a la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el martes 6 de mayo de 2025, el día anterior al próximo cónclave que comenzará el 7 de mayo
La decisión del difunto Papa de superar el límite habitual de 120 cardenales electores e incluir a otros más jóvenes procedentes del sur del mundo, a menudo países marginados con menor peso económico, ha inyectado un grado inusual de incertidumbre en un proceso siempre lleno de misterio y suspense.
Muchos no se habían visto hasta la semana pasada y lamentaron necesitar más tiempo para conocerse, lo que plantea interrogantes sobre cuánto tiempo podría tardar un hombre en asegurarse la mayoría de dos tercios, u 89 papeletas, necesaria para convertirse en el 267º Papa.
Una misa final, luego ‘extra omnes’
El proceso del cónclave comienza a las 10:00 con una misa en la basílica de San Pedro. El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, preside la misa, que pretende ser una oración para que los cardenales encuentren la sabiduría, el consejo y el entendimiento para elegir a un nuevo pastor digno.
A las 16.30, los cardenales entrarán solemnemente en la Capilla Sixtina, entonando la meditativa Letanía de los Santos y el himno latino Veni Creator, implorando a los santos y al Espíritu Santo que les ayuden a elegir un Papa.
Una vez allí, se comprometen a mantener en secreto lo que está a punto de suceder y a no permitir que «ninguna interferencia, oposición o cualquier otra forma de intervención» de personas ajenas influya en su votación.
Humo negro sale de la chimenea de la Capilla Sixtina mientras los cardenales votan en el segundo día del cónclave para elegir un Papa en la Plaza de San Pedro.
Humo negro sale de la chimenea de la Capilla Sixtina mientras los cardenales votan en el segundo día del cónclave para elegir un Papa en la Plaza de San Pedro.AP Photo
A continuación, el predicador jubilado de la casa pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa, pronuncia una meditación. El maestro de ceremonias litúrgicas papales, el arzobispo Diego Ravelli, grita ‘extra omnes’, que en latín significa todos fuera. Todos los que no tienen derecho a voto salen y las puertas de la capilla se cierran, permitiendo que comience el trabajo.
La primera votación está prevista para el miércoles por la tarde. Suponiendo que no haya ganador, según el Vaticano, se espera que salga humo negro de la chimenea de la Capilla Sixtina hacia las 19:00.
emisión de los votos
El proceso de votación sigue un procedimiento estricto, dictado por la ley eclesiástica. Cada cardenal escribe su elección en un papel con la inscripción ‘Eligo in summen pontificem’ que significa: elijo como Sumo Pontífice.
Se acercan al altar uno por uno y dicen: «Pongo por testigo a Cristo Señor, que será mi juez, de que mi voto es dado a aquel que, ante Dios, creo que debe ser elegido». Tras volcar las papeletas dobladas en una urna ovalada de plata y oro, las abren una a una tres escrutadores diferentes, cardenales elegidos al azar que escriben los nombres y los leen en voz alta.
A medida que el escrutador lee cada nombre, perfora cada papeleta con una aguja a través de la palabra ‘Eligo’ y las ata con hilo y hace un nudo. A continuación, las papeletas se apartan y se queman en la estufa de la capilla junto con un producto químico que produce humo negro para indicar que no hay ganador, o humo blanco para anunciar que se ha elegido un nuevo Papa.
Cómo es el proceso de votación
Para que un candidato sea elegido Papa, deberá obtener dos tercios de los votos de los cardenales presentes. En detalle, al ser 133 los purpurados que votarán, el conceso mínimo para nombrar a un nuevo Sumo Pontífice será de 89 votos.
El proceso de votación es riguroso: los cardenales pueden votar hasta cuatro veces al día, distribuidos en dos rondas por la mañana y dos por la tarde. En cada ocasión, los eclesiásticos escriben el nombre de su candidato en una papeleta, la cual se deposita en una urna. Tres purpurados escrutadores son los encargados de contar y leer los votos.
Cuando no se alcanza la mayoría necesaria tras varias rondas de votación, las papeletas son quemadas con sustancias químicas que producen el conocido humo negro que, al salir por la chimenea de la capilla, indica a los creyentes presentes en la plaza de San Pedro que la elección sigue en curso. En el momento en que un candidato consiga la mayoría y acepte el cargo, las papeletas se queman con una mezcla especial que produce la reconocida fumata blanca, señal para el mundo de que un nuevo Papa fue nombrado al frente de la Iglesia Católica.
No existe un plazo fijo para la duración del cónclave. Este puede extenderse desde algunas horas hasta varios días, o incluso semanas, dependiendo del consenso alcanzado entre los cardenales. Si tras 33 rondas de votación no se logra elegir al Papa, la norma permite modificar el procedimiento para optar por una mayoría absoluta entre los dos candidatos más votados.
Una vez que el nuevo Papa acepta su cargo y elige su nombre, se proclama ante la Plaza San Pedro. Luego, el Pontífice se asoma al balcón de la Basílica de San Pedro para dar su primera bendición Urbi et Orbi, un acto solemne que marca el inicio de un nuevo ciclo para la Iglesia Católica.
Requisitos para ser elegido Papa: ¿Quién puede ser el nuevo líder de la Iglesia?
Oficialmente, los requisitos para ser elegido Papa son bastante simples: el candidato debe ser varón y católico. Sin embargo, en la práctica, los pontífices fueron tradicionalmente seleccionados de entre los cardenales, un proceso que perduró durante siglos.
En cuanto a la edad, no existe un límite específico para aquellos que pueden aspirar al papado. De hecho, el Papa Francisco asumió el cargo a los 76 años, y lo dejó a los 88. Su antecesor, Benedicto XVI, fue elegido a los 78 años y se retiró cuando tenía 85.
Sin embargo, cabe destacar que únicamente los purpurados menores de 80 años pueden participar de la votación, por lo que, por tradición, el elegido acostumbra a estar por debajo de ese límite de edad.
Quiénes son los principales candidatos a ser el sucesor del papa Francisco
La historia marca que «quién entra Papa a un Cónclave, sale como cardenal». A pesar de esta creencia expandida en el Vaticano, en la previa de la votación diferentes nombres surgen como los mayores candidatos a suceder al papa Francisco. Entre ellos se encuentran:
Pietro Parolin
Edad: 70 años
País: Italia
Posición: Secretario de Estado de la Santa Sede
Línea: Tradicionalista
Nombrado por: Francisco (2014)
Matteo Zuppi
Edad: 69 años
País: Italia
Posición: Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y Arzobispo de Bolonia
Línea: Progresista
Nombrado por: Francisco (2019)
Pierbattista Pizzaballa
Edad: 59 años
País: Italia
Posición: Patriarca Latino de Jerusalén
Línea: Tradicionalista (con enfoque diplomático)
Nombrado por: Francisco (2023)
Péter Erdo
Edad: 72 años
País: Hungría
Posición: Arzobispo Metropolitano de Esztergom-Budapest
Línea: Conservador
Nombrado por: Juan Pablo II (2003)
Luis Antonio Tagle
Edad: 67 años
País: Filipinas
Posición: Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
Línea: Progresista
Nombrado por: Benedicto XVI (2012)