En contra del gatillo fácil, familiares de las víctimas salieron a manifestarse
Con réplicas en Salta, Córdoba, Rosario, Corrientes Río Negro, Neuquén, Misiones, Mendoza y Buenos Aires, familiares de víctimas de la violencia institucional salieron a marchar en contra del «Gatillo Fácil» en Tucumán.
Cada 27 de agosto las principales plazas de distintas provincias se llenan de dolor y memoria. Quienes perdieron familiares por violencia institucional salen a recordar sus nombres para tratar de que las causas avancen y no sean olvidados en un archivo. En el documento con el cual convocaron a las movilizaciones en las distintas provincias aseguraron que actualmente existen «más de 7500 personas asesinadas por el Estado desde el regreso de la democracia en 1983».
Según Isabel de la Cruz, familiar de Ismael Lucena asesinado en 2011, en Tucumán hay 16 casos de familias que fueron afectadas por la violencia del «gatillo fácil». «Yo con Ismael obtuve la perpetua hace cuatro años pero tuve que cortar las calles durante cinco años y medio. Desde ahí me fui acercando a los familiares y nos fuimos conformando como grupo. Nos contenemos unos a otros. Somos como una familia», afirmó de la Cruz.
Como Ismael, otros nombres también sonaron en la manifestación: Ariano Biza, Raúl Robles, Alexis Castro, Isamel Juarez, Emanuel Gallardo, Walter Nadal, Luis Espinoza, Facundo Ferreyra y Miguel Reyes Pérez.
«Con mi familia vivimos en la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Son muy pocas las causas que avanzan. Si no avanza, la van a archivar seguro. Es luchar para que no pase eso. Seguimos con el anhelo de que haya justicia», comentó Paula Villagran, familiar de Ariano Biza.
En el dolor, callada y sosteniendo uno de los carteles que formaban la frase «Basta de Gatillo Fácil» se encontraba Elisabeth Reales, madre de Miguel Reyes. «Este es un día muy especial para mí. Todos los años vengo a pedir justicia por mi hijo. Él era un chico adicto. Las veces que pedí ayuda, nunca me abrieron las puertas. Yo estoy muerta en vida el día que murió mi hijo», lamentó. Reales explicó que existe una cierta discriminación de los policías con los jóvenes más humildes: «A mi hijo lo persiguieron y torturaron. Te buscan porque usas gorra, porque tenes el pelo largo, porque sos adicto, o porque simplemente vivís en un barrio, porque sos ‘negro'»
En esa misma línea, de la Cruz criticó la estigmatización que existe en los cuerpos policiales. «No me gusta hablar de clases pero lamentablemente acá estigmatizan. Es una guerra de clases. Nosotros no tenemos porque estar acá. La policía no está para matar, la policía está para cuidar», aseguró. Además, de la Cruz comentó que existe poca voluntad política por resolver los crímenes por gatillo fácil por el ‘amiguismo’ presente en las instituciones. «(La policía) Es una institución cerrada donde entran los hijos de, los acomodados políticos, porque casi ninguno estudia. Le haces una prueba de algo y nada. Eso tiene que cambiar. A mí siempre me dijeron hay policías buenos» y siempre les contesté «cuando me los presenten yo cambio». Acá la realidad es que las familias somos perseguidas y amenazadas», criticó.
Acompañados por banderas del Frente de Izquierda y del Partido Obrero, cada familia tuvo la oportunidad de dar su mensaje al resto de la manifestación a través de un megáfono. Al grito de «presente» anhelan con obtener justicia por parte de las autoridades. Justicia, para que sus familiares no sean olvidados.
