Interés General

Hoy es el día Mundial de Concientización sobre la Muerte Gestacional, Perinatal y Neonatal

Siendo una situación sumamente delicada para quienes lo atraviesan, se busca en este día, rendir un respetuoso homenaje para los que han sufrido una pérdida ya sea durante el período de gestación o luego del traspaso a la vida extrauterina.

Con la comprensión debida, además, se intenta llegar a los profesionales de la salud para que puedan brindar un acompañamiento más puntilloso con las familias que han perdido a un bebé.

Aunque las causas están divididas en temas como factores genéticos  o de medioambiente, hay factores de riesgo que pueden darse por consecuencia de la madre (presencia de enfermedades crónicas, infecciones, preclampsia, hipotensión, incompatibilidad sanguínea, entre otros), la placenta (desprendimientos, daños en el cordón umbilical, rotura prematura de membrana contendora,  entre otros) o el feto mismo (crecimiento uterino retardado, malformaciones o anomalías congénitas, entre otros). También puede influir la ingesta de fármacos, uso de drogas, nicotina, accidentes o limitaciones nutricionales.

Hablamos de una muerte gestacional/fetal pasadas las 22 semanas en el vientre materno; de una muerte perinatal cuando se produce luego de las 28 semanas o inclusive nacer y superar la primera semana de vida; y, de muerte neonatal o de recién nacido cuando presenta problemas durante los primeros 28 días y fallece.

Para quienes lo vivencian, es un lapso temporal sin fin. La pérdida de un ser esperado, por la razón que pueda justificar el acto mismo, significa o representa un nuevo modo de “sobrevivir” a la ausencia. Aprender a convivir con el dolor,  a respetar el duelo, acompañar, contener y saber escuchar cada llanto, se ha convertido en una tarea muy compleja para la familia primaria, profesionales o allegados a ellos.

Las personas, emocionalmente hablando, no están preparadas para la muerte. Mucho menos ante un escenario tan delicado como “dar a luz”. Se han desarrollado miles de ensayos sobre el tema, intentando de todos modos abarcar las aristas a esta situación para concientizar y aprender como sobrellevar las cosas.

Preservando la identidad, tuvimos un pequeño dialogo con P.M., que nos cuenta sobre su dicha de sentir la vida en su vientre, y aunque aferrándose a la religión, cree que su pequeño cumplió con la misión terrenal que tenía, pudiendo regresar al bien. No deja de invadir en su mirada, la tristeza al recordar. Para Prensa Activa Digital, fue muy duro escuchar el relato de la espera, los preparativos y detalles que se tenían en la gestación del niño.

En este día,  coincidimos en valorar y admirar la fortaleza de estas familias. Sin duda alguna, las ausencias serán siempre, un incompatible para la mente lógica.

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