Sin Juntos por el Cambio, el Senado aprobó un proyecto de repudio al ataque contra Cristina
Con 37 votos afirmativos, la Cámara Alta aprobó una declaración en repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. La oposición se ausentó y acusó que la iniciativa era «un uso político-partidario del Congreso».
Con 37 votos afirmativos, el Senado aprobó en una sesión especial convocada por el interbloque del Frente de Todos (FdT) un proyecto de declaración en repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pese a la gravedad del hecho, el interbloque de Juntos por el Cambio se ausentó de sus bancas porque, según explicaron sus referentes en un comunicado, «no avalan el uso político-partidario del Congreso».
La sesión, conducida por la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma, en ausencia de la presidenta de la cámara, Cristina Fernández de Kirchner, comenzó a las 11.15 de la mañana y trató dos proyectos de resolución. El primero, de Nora del Valle Giménez (FdT), expresa su repudio al atentado contra la vida de la vicepresidenta y lo califica como un delito que «pone en riesgo el orden constitucional democrático». El otro, de la riojana Clara Vega, expresa su solidaridad con CFK y pide el «pronto esclarecimiento del hecho».
Finalmente se votó un texto consensuado entre dos iniciativas presentadas por legisladoras oficialistas en las que además se reclama el «pronto esclarecimiento» del intento de magnicidio y se pronuncia a favor de «la paz social».
La ausencia de Juntos por el Cambio
La jornada estuvo marcada por la ausencia del interbloque de Juntos por el Cambio (JxC), conducido por Alfredo Cornejo, que difundió un comunicado en el que anunció que les senadores del espacio no asistirían a la sesión porque «no avalan el uso político-partidario del Congreso». Entre otros argumentos, plantearon que se trata de una sesión «redundante» porque ellos ya repudiaron el atentado la misma noche en que ocurrió.
En la apertura de la sesión de este jueves, Vega consideró que se trató de «un atentado que no tiene precedentes en nuestro país» y cuestionó a la oposición por no estar presente en el recinto y a algunos periodistas por «ahondar la grieta con información tamizada».
La palabra del oficialismo
«No tomaron nota de lo que generan sentándose en los medios todos los días como opinólogos generando odio y rechazo en la ciudadanía», sostuvo la riojana, y añadió que «no se tomó dimensión de lo que podría haber sucedido si ese tiro era certero», en alusión al individuo que gatilló un arma contra Fernández de Kirchner. Para Vega, «esta casa fue atacada. No es Cristina Fernández de Kirchner, es la institucionalidad del país la que fue atacada y gracias a Dios ese tiro no llegó a destino».
El senador de Juntos Somos Río Negro Alberto Weretilneck, por su parte, manifestó su «repudio al intento de magnicidio contra nuestra vicepresidenta de la Nación», y opinó que «un hecho de estas características no puede dejar de movilizarnos, no solo por la persona, sino por lo que significa en términos institucionales y en términos de país”.
El titular del bloque oficialista, José Mayans, se refirió a las críticas planteadas por JxC y dijo que «debemos expresarnos institucionalmente porque una cosa es un comunicado escrito en la emergencia y otra es sentarnos en este recinto y expresarnos». El objetivo de la sesión especial, remarcó, «era ese: que la oposición hoy esté acá y de su punto de vista. No se a qué le temen».
En un sentido similar, Anabel Fernández Sagasti, vicepresidenta del Bloque del Frente de Todos en el Senado, subrayó: «Después del 1° de septiembre la Argentina no es la misma, ni debe serlo. Por eso, los repudios al intento de asesinato a la vicepresidenta tienen que ser sin reservas y sinceros. El debate político tiene que volver a su hábito natural, el debate de ideas».
«No se trata de sacar rédito político»
Mariano Recalde, senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires, también apuntó contra la oposición antes de ingresar al recinto y dijo que desde el oficialismo seguirán intentado «hasta que la oposición entienda que no es contra nadie en particular».
«No se trata de sacar rédito político, sino para terminar con el odio que genera tanto problema, mal y angustia», explicó Recalde. «Todos tenemos que hacer nuestra mea culpa, pero hay que empezar de una vez por todas a cambiar este clima de enfrentamiento que llegó a un punto que nos tiene que hacer reflexionar a todos», insistió.
En ese sentido, sostuvo que el debate sobre los discursos de odio podría «implicar un proyecto de ley» aunque recordó que hoy ya «existen leyes que castigan actitudes violentas» y que «es necesario que la justicia se ponga a trabajar».
«Nadie quiere controlar a los medios. Es algo que no hicimos nunca y siempre actuaron con total libertad. Está a la vista cómo opinan y qué cosas dicen sobre todo cuando gobierna el peronismo», afirmó el senador, quien advirtió también sobre la «doble vara» de la justicia y la Policía de la Ciudad al intervenir en las manifestaciones populares ya que «actúan de una manera cuando protesta el peronismo y de una manera totalmente distinta cuando lo hace el anti peronismo: en un caso represión y en el otro protección».PAGINA 12