Con un pie en El Abasto y otro en La Ciudadela, Tucumán cuenta con una nueva sala teatral
No todo es tan terrible dentro de la Pandemia Mundial, y en medio de las tristes noticias, los tucumanos reciben con alegría la noticia de la creación de una nueva sala dentro de un espacio que se titula «Puerto Cultural Libertad».
En la década del 90, en Tucumán, irrumpió con ímpetu y enorme fuerza creativa un grupo teatral que hoy, ya es parte de la historia del teatro independiente tucumano, un grupo que de por sí, inscribe páginas de sólido estandarte en el teatro argentino como puntal en la región del NOA, el grupo La Vorágine que afianzó su propia historia, en la sala La Gloriosa.
No tuvo nunca muchos años fáciles, tuvo en cambio, muchos años felices de encuentro con el público, el desarrollo de un vasto repertorio propio y una obstinada lucha por abrirse paso entre todos los grupos independientes de prestigio nacional desde hace 29 años.
No todo es malo en este momento histórico de peste y encierro, porque después de una larga batalla burocrática, finalmente, La Vorágine ya tiene su sala propia con el apoyo del INT.
Prensa Activa entrevistó a Pablo Gigena uno de los integrantes de La Vorágine, uno de los fundadores de la sala La Gloriosa; actor, bailarín, director y dramaturgo que hoy, con gran placer y emoción, es también uno de los fundadores de la nueva sala del grupo, esta vez propia, llamada “Puerto Cultural Libertad”.
Finalmente, después de sortear algunas dificultades “La Gloriosa” pasa a ser parte de la historia, y el grupo contará con una sala propia… ¿Podrías hacer algunas reflexiones al respecto?
18 años de trabajo y gestión de sala y 29 años de grupo llevamos ya con Noé Andrade, Claudio Gigena y Víctor Martínez que se sumó un poco después. Solo puedo decir que es una gran alegría, pero una alegría que costó 3 años de mucha angustia, esfuerzos anímicos y grandes frustraciones. Es como ganar finalmente una larga batalla, luego de la cual festejas con una sonrisa profunda, pero por debajo aún se siente un sabor agridulce, porque en el transcurso has perdido mucho, tiempo, que es irrecuperable, salud, alegría, dinero. Puede sonar quejoso e ingrato, no lo soy, soy realista y muy muy agradecido, pero hay que pasarlo para entender lo que digo, habría que haber estado en nuestros zapatos para saber lo que hemos tenido que soportar anímica y mentalmente. La última etapa, aunque estresante, ya vino muy en bajada gracias al apoyo de los representantes del INT Patricia García, Gustavo Uano y Roberto Toledo, a quienes agradecemos infinitamente. La esperanza es poder recuperarlo todo en esta nueva etapa, salud, alegría, abrazos y olvido de todas las angustias. Para ello precisamos los abrazos de artistas y públicos, muchos y muchas. Estamos muy agradecidos además con quienes nos apoyaron incondicionalmente como Natalia Zavadivker, Oscar Salles, Virginia Soberón, Ariel Osatinsky, Silvina Schliserman, Gringo Maccarini, Gustavo Zavadivker, Sofia Seidan, Mariano Tiribelli, Mariángeles, Tonelli, Claudia Ballinoti, Silvia Picoli, Luis Goñi, Anahí Rodríguez, Alejandra Del castillo, Bea Moran, Fernando Ríos y todos y todas los que firmaron en nuestro apoyo por las redes, bandas y artistas que participaron actuando o concurriendo al Desarchivarte. Llenaría muchas páginas con los nombres de a quienes tenemos que agradecer, están presentes en nosotros. Gracias.
¿Se hizo efectivo ya el dinero para la adquisición por parte del INT?
Si, el INT en esta nueva gestión de Gustavo Uano se portó excelente revirtiendo en apoyo los atropellos con que la anterior gestión nos había hostigado. En este momento ya terminamos el trámite de traslación de dominio con los anteriores propietarios y estamos por ocupar la propiedad. Para quienes no lo saben se trata de una ex iglesia de la fé adventista. Es extraño, pero al fin, el teatro siempre tuvo algo místico también. Confieso que todos los años de mi vida vi edificios con los ojos de quien los transforma en teatros y muchas veces vi iglesias diciendo “que hermoso edificio teatral sería este” jaja, pero nunca pensé que tendríamos una para hacerla teatro. El edificio, que ya no se llamará La Gloriosa (otra coincidencia en nombre, aunque referido a otra gloria) pasará a ser el “Puerto Cultural Libertad”. La cultura mundial es el mar; los proyectos, las obras, los festivales son: los barcos o embarcaciones; los espacios de cultura son los puertos donde descansan, intercambian o desde donde parten los barcos al mundo. El nombre es solo un símbolo, un deseo, ojalá la vida nos recompense tanto laburo haciendo que sea realidad y en breve. El Puerto Cultural queda en Las Piedras 1850. Un pie en Abasto y otro en Ciudadela, dos barrios con historia en nuestra ciudad.
¿Qué equipamiento técnico y qué comodidades ofrece la sala a los espectadores?
Es un edificio digamos grande para espacio de mediano formato. Cuenta con tres espacios, el salón de abajo que antes era la iglesia, donde se harían clases, obras, recitales y muestras de formato adecuado a baja altura. Arriba, un tinglado en planta alta que en principio sería la sala principal para obras en altura. Y un fondo atrás para actividades al aire libre, ferias, teatro popular, etc. Cada espacio puede albergar entre 200 y 300 espectadores de acuerdo al uso del mismo. Pero el edificio obviamente precisa adecuaciones, arriba hay que acondicionar tinglado y paredes, etc. Pero con más paciencia y esfuerzo y con apoyo de los tucumanos y tucumanas podremos lograrlo. El equipamiento con que se contará es el de La Gloriosa, que tiene un buen equipamiento técnico. Tenemos compradas desde 2018 100 butacas que en espera de la compra del espacio se deterioraron, pero ya nos encargaremos de arreglar, más las que tenemos en La Gloriosa. En el espacio usando los 3 ámbitos a la vez se pueden hacer muestras colectivas de artes visuales de gran formato, así como ferias artísticas, recitales, etc. Cuando los artistas conozcan el espacio creemos que les encantará. Eso sí, precisaremos apoyo económico para lograr el proyecto edilicio final, que soñamos no sea precario sino prolijo, hermoso, funcional y querible.
Seguramente esta es una nueva etapa para el grupo La Vorágine, ¿cómo repercute en el grupo eta importante novedad?
La repercusión para nosotros como grupo en cuanto a nuestra producción teatral o de danza en realidad no es significativa, porque ni siquiera tuvimos tiempo de imaginarnos actuando ahí aún, aunque parezca increíble siempre lo pensamos como espacio para el resto de la comunidad artística de Tucumán y el país. Es como un sueño de gestión cultural para “todes” más que un espacio propio para nuestro grupo. De nuestra parte en tanto actualmente estamos ensayando (desde año pasado) nuestra nueva obra llamada “Canibal dramáticus”, que paradójicamente trata sobre una supuesta muerte del teatro. Trata sobre lo que denominan “la crisis del teatro”, sobre la prespecialidad, el choque que tuvo el encuentro teatral a partir del cine, la televisión y ahora internet y las nuevas formas de comunicación virtuales. No es que la obra nombra esas cuestiones, sino que las aborda desde una poética particular. Algo especial es que los protagonistas de la obra serán todos del grupo, Noé Andrade por supuesto como siempre, pero también Claudio Gigena y Víctor Martínez, que hasta ahora nos acompañaron desde la puesta y la técnica, ahora son “actortrices” o “teatristes” o “agonistas” como los llama el texto. La pregunta es si muere el teatro… qué es lo que muere. Sin embargo, yo creo que el teatro morirá o murió el día que la gente se quede sin emociones o motivaciones éticas o profundas. Quizás esté pasando o ya pasó también. Aún pensamos la obra en La Gloriosa, pero quizás debamos trasladarla mental y volitivamente al Puerto Cultural Libertad.
¿Han pensado realizar obras de teatro on-line según los registros que el grupo tiene de su repertorio?
La verdad para nada se me ocurre hacer algo on line, y no es negación o rechazo a los medios virtuales. Más bien me resisto a pensar en un no regreso o un atraso mayor del regreso del teatro al encuentro físico con el público. No puede ser que la humanidad no cree una vacuna para esta porquería de bicho viral. Así que espero con “ardiente paciencia” que nos olvidemos del nombre del virus y volvamos a respirar teatro sin barbijos. Durante el año en La Gloriosa se hacen hasta 90 funciones y muchísimas clases, imaginen como me siento de este “parate”, imagínate si me puede llenar algo como una función virtual. Eso sí, creo que debería ser parte de la educación cultural de Tucumán que los gobiernos registren, documenten la actividad teatral en las redes para que ésta que forme parte de la educación formal e informal de los niños y jóvenes de nuestra provincia.
Muy buena y completa nota Ricardo. Que alegría que se protejan y conserven los espacios culturales.
Excelente nota! estos espacios son parte de la cultura artística tucumana.